La decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de posicionarse a favor de suspender la propiedad intelectual de las vacunas contra la COVID-19 fue acogida con el aplauso de la OMS, la crítica de las farmacéuticas y la promesa de la Unión Europea de que iniciará el debate entre los estados miembros para saber si están favor o no.

En el caso de los laboratorios, se registraron fuertes caídas de las acciones de las farmacéuticas Pfizer y BioNTech, además de Moderna y Novavax, en la bolsa de Wall Street.

Moderna, que durante la mayor parte de la jornada había registrado ligeros avances, cerró con una caída del 6,19 %, mientras que Novavax perdió un 4,94 % y la alemana BioNTech se dejó un 3,45 %.

La decisión de Estados Unidos, en las mismas coordenadas que India o Sudáfrica, busca dar una solución a la pandemia. “Esta es una crisis de salud global y las circunstancias extraordinarias de la pandemia de la COVID-19 exigen medidas extraordinarias”, argumentó la representante de Comercio Exterior de EE.UU., Katherine Tai.

Sin embargo, el sector farmacéutico se muestra contrario a la suspensión temporal de patentes. Considera que podría dañar su modelo de negocio. Además, alega que no solucionará los problemas de distribución a corto plazo porque se necesitan medios y conocimientos técnicos muy específicos para producir las vacunas anti-COVID.

Asegura que “no aumentará la producción de dosis. (...) Muy al contrario, puede llevar a la desorganización”, señala en un comunicado la organización global de farmacéuticas, que añadió que deberían eliminarse barreras comerciales o cuellos de botella en el suministro de materias primas y otros ingredientes.

“La única forma de garantizar un rápido aumento de las vacunas y un acceso equitativo de ellas para todo sigue siendo un diálogo pragmático y constructivo con el sector privado”, añade la IFPMA.

India y Sudáfrica, apoyados por decenas de naciones en desarrollo, llevan desde octubre del año pasado pidiendo a la OMC que suspenda las patentes de vacunas, test y tratamientos contra el COVID-19 con el fin de que puedan producirse en otros países.

Por su parte, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, celebra el apoyo expreso del presidente estadounidense, Joe Biden. “No me sorprende el anuncio, es lo que esperaba”, añade para “felicitar” a Estados Unidos por “esta decisión histórica para conseguir una igualdad en las vacunas y dar prioridad al bienestar de todos en momentos críticos”, añadió el director general de la OMS en un comunicado.

En este sentido, el exdirector del Programa de Medicamentos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el colombiano Germán Velásquez, afirma que con esta liberalización de patentes de las vacunas COVID, “en un año se podría inmunizar a toda la población mundial”.

Según apunta, si se liberasen las patentes se podría pasar de los 3.000 millones de dosis por año a 14.000 millones anuales. “Si hay vacunas, en un año se podría inmunizar a toda la población mundial. Pero si sigue como ahora puede durar 3 o 4 años”,indica.

La decisión de Estados Unidos ha tenido sus coletazos en la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, afirmó que Europa está preparada para debatir la propuesta realizada por el presidente de Estados Unidos”.