Francia pretende reabrir los viajes con algunos de los principales países de origen o destino de turistas como Estados Unidos desde el 9 de junio con el objetivo de “tener un verano lo más normal posible”. Esta es la intención del secretario de Estado de Transportes, Jean-Baptiste Djebbari, que reconoció ayer que “no será posible abrir todos los destinos” y subrayó las dificultades para hacerlo con China, dadas las restricciones que imponen allí por su política de “cero COVID”.

Djebbari contó que está negociando con EE UU la reanudación de los vuelos normalmente y que la regla es la reciprocidad. Un elemento central de esta estrategia es el certificado sanitario que la UE quiere poner en marcha a partir del 16 de junio, y que se basará en la interoperatividad de las aplicaciones que se crearán en cada país.

Francia inició ayer un desconfinamiento gradual que prevé levantar casi todas las restricciones para finales de junio y que tiene como primera etapa la vuelta a clase presencial de los alumnos de secundaria y de instituto, y el fin de las restricciones en los viajes interiores. Tras dos semanas de vacaciones y otras dos de educación a distancia, 5,6 millones de alumnos se reincorporaron con un protocolo sanitario reforzado.