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CORONAVIRUS EN GALICIA

Las farmacias podrán vender (al fin) los test rápidos del COVID

Las farmacias podrán vender (al fin) los test rápidos del COVID

El ministerio rectifica tras las peticiones de varios expertos y comunidades autónomas | Las pruebas, disponibles en buena parte de Europa, se pondrán a la venta en farmacias

Poder comprar una prueba rápida de coronavirus sin receta en una farmacia, como ya se hace con las de embarazo o VIH, será posible en España muy pronto. Desde el viernes está en periodo de información pública, descargable en la web del Ministerio de Sanidad, el real decreto que permitirá esta medida, ya en vigor en diversos países europeos como Alemania, Austria, Países Bajos, Reino Unido, Francia y Portugal.

El departamento que dirige Carolina Darias, que se había mostrado reacio a la dispensación libre de las pruebas para una enfermedad de declaración obligatoria como el COVID-19, ha cambiado su postura después de que buena parte de Europa adoptase esta medida y la reclamasen para nuestro país científicos y el sector farmacéutico.

El nuevo real decreto modificará el 1662/2000, de 29 de septiembre, sobre productos sanitarios para diagnóstico “in vitro”. La norma actual establece en su artículo 13.6 la exigencia de prescripción para la venta al público de los productos de autodiagnóstico, con la excepción de ciertos tipos de productos que se mencionan en el mismo, como los de embarazo, fertilidad, glucemia y virus VIH.

El texto ya redactado y disponible en la web de Sanidad expone que “entre las herramientas para el control de la progresión de la pandemia de la COVID-19, el uso de los diferentes métodos diagnósticos es considerado una de las piezas claves para la identificación rápida de casos positivos”. El ministerio admite que “a nivel internacional el enfoque común de las estrategias de detección de la COVID-19, es ampliar lo máximo posible la capacidad diagnóstica para que éstas sean más eficientes”. Añade que la disponibilidad de las pruebas rápidas de antígeno de autodiagnóstico “permitirá a la población general la realización de las pruebas sin la intervención de un profesional sanitario, lo que por un lado reducirá en cierta medida la presión asistencial de los centros sanitarios y permitirá la identificación rápida de sospechas de casos positivos”.

El texto normativo recoge también exceptuar de la prescripción las pruebas rápidas de autodiagnóstico de anticuerpos. Aunque no sirven para la detección de una infección activa, sino para determinar si se ha tenido una infección, dispensarlos sin receta, razona Sanidad, contribuirá igualmente a reducir la presión asistencial.

Este periodo de información pública, que comenzó el 30 de abril, se ha reducido a 7 días hábiles por la urgencia de tomar medidas ante la pandemia. De hecho, Sanidad espera que esta decisión contribuya a “la disminución de las restricciones de movilidad y a la reanudación de las actividades normales”.

Madrid y Galicia fueron pioneras en los cribados mediante test rápidos y sencillos. En el caso gallego, primero mediante test de antígenos en centros del Sergas y luego con la entrega de test en farmacias con los que se pueden tomar muestras de saliva en casa.

En Alemania y en Portugal, las pruebas se venden en supermercados, y en algunos países asiáticos, incluso en máquinas expendedoras en la calle. En el país vecino cuestan entre 7 y 10 euros, y el gobierno luso ha habilitado una web para comunicar los positivos.

Los científicos, conscientes de las limitaciones de los test de antígenos, aseguran que sus ventajas superan con creces a sus inconvenientes. Es el caso del internista gallego Guillermo Aldama, autor de la infografía que ilustra este artículo, y que considera estas pruebas “nuestra bala de plata”, ya que lo importante para frenar los contagios no es tanto detectar positivos, sino contagiosos, y no siempre quien da positivo por PCR puede contagiar.

También se ha mostrado favorable al reparto masivo de test de autodiagnóstico el biotecnólogo gallego César de la Fuente, recientemente galardonado con el premio Princesa de Girona y creador de un test rápido de COVID-19 que cuesta 4 euros. Otros profesionales de reconocido prestigio, como el microbiólogo Ignacio López Goñi (Universidad de Navarra) y el epidemiólogo Michael Mina (Universidad de Harvard) han defendido inundar el mercado con estos autotest rápidos, fáciles y baratos, similares por su sencillez y fácil manejo a un test de embarazo convencional.

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