Cada mes hay, al menos, una luna llena. Según la época del año recibe un apellido que la identifica por las costumbres propias del momento, recogida de la cosecha, floración, caza... o por los cambios de estación, como la luna fría, de gusano... Este "apodo" se mantiene cuando tiene lugar una superluna, es decir, cuando el plenilunio coincide con el punto más cercano del satélite a la Tierra. Así se conoce a las 12 lunas llenas del año.
- Enero: luna de lobo, porque en la cultura nativa americana coincidía con el aumento de sus aullidos.
- Febrero: luna de nieve, por las heladas del invierno.
- Marzo: luna de gusano, por el cambio de estación y el despertar de las larvas.
- Abril: luna rosa, por la floración del "musgo rosado". En España también se la conoce como "luna del huevo" por la puesta de las aves.
- Mayo: luna de flores, por ser el mes de las flores.
- Junio: luna de fresa, la última de la primavera, que suele coincidir con la recolección de la fresa.
- Julio: luna de venado, por el nacimiento de la nueva cornamenta de los ciervos.
- Agosto: luna de esturión, por ser la época de pesca de este animal.
- Septiembre: luna de cosecha, suele coincidir con el equinoccio y la recolección de plantaciones.
- Octubre: luna del cazador, por iniciarse la época de caza.
- Noviembre: luna de castor, por ser la época en que los nativos americanos apresaban castores para hacerse con sus pieles.
- Diciembre: luna fría, por la caída de temperaturas en el invierno y las noches más largas del año.
Otro fenómeno menos habitual es la luna azul, cuando dos lunas llenas coinciden dentro de un mismo mes. Se produce aproximadamente cada tres años.
