"Estamos viendo la entrada de gente con cuadros más severos y de edades más bajas que antes". La afirmación, que sirve a modo de aviso, es del jefe del Servicio de Microbiología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), Benito Regueiro, que se encarga de secuenciar las nuevas variantes del coronavirus. Que el SARS-CoV-2 'busque' ahora víctimas más jóvenes es consecuencia directa de que la inmunización esté avanzado entre los mayores, pero también de que las nuevas cepas son más contagiosas. La británica es, con porcentajes a la búlgara, la dominante ahora en Galicia.
Los datos de muertes por COVID empiezan a dar indicios de que el patógeno empieza a ser menos gerontófobo. Entre los últimos cinco decesos comunicados por el Sergas en las últimas 24 horas, se encontraban una mujer de 50 años (en el Cunqueiro), un hombre de 59 y otra mujer de 62 (en el Chuac) y una mujer de 77 años en el CHUS. Desde que comenzó la pandemia, un 70,5% de las víctimas gallegas tenían más 80 años; si tomamos la información de los últimos 10 días, cuando la vacunación se ha acelerado en ese grupo de edad, ese porcentaje baja al 45,1%. Es un periodo demasiado corto y con un número bajo --en los parámetros de esta pandemia salvaje-- de muertos como para establecer certezas, pero la tendencia parece clara.
En estas últimas 10 jornadas murieron 31 personas por coronavirus en Galicia. De ellas, seis tenían entre 50 y 59 años, cinco entre 60 y 69, siete en el tramo de 70 a 79, y 14 era mayores de 80 años. Es decir, los del grupo de edad más joven suponían un 19,3% (un 3,1% de los 2.367 de toda la pandemia), lo del segundo un 16,1% (6,6% en el global), los del tercero otro 19,3% (que casi replica el 19,2% del total) y en el de los ancianos el ya citado 45,1%, 35 puntos menos que el porcentaje registrado desde que llegó el virus a Galicia.
Es interesante detenerse en el grupo de edad de entre 70 y 79 años, que también son población de riesgo, aunque no tanto como a partir de los 80. En ese tramo la vacunación está muy atrasada --solo han han recibido la primera dosis un 1,9%--; es probable que por eso su porcentaje de muertos sea idéntico en estos últimos días que en el global de la pandemia. En cualquier caso, la mortalidad del patógeno ha caído de manera brusca desde que se logró controlar la tercera ola y los antígenos se empezaron a inyectar.
Evolución de la pandemia
Galicia mantiene la tendencia descendente en cuanto a la presión hospitalaria al reducirse a 167 los pacientes COVID ingresados, lo que supone seis menos que la jornada anterior, mientras que han vuelto a repuntar los nuevos contagios de este coronavirus a 146, que implican 14 más. Por su parte, los casos activos han ascendido ligeramente a 2.193. Después de meses en los que A Coruña fue el área más afectada, hoy toma le relevo la de Vigo, con 603 personas diagnosticadas.
Según los datos actualizados en la mañana de este viernes por la Consellería de Sanidade con registros hasta las 18,00 horas de este jueves, bajan a 26 los pacientes COVID ingresados en UCI --dos menos-- y descienden a 141 los que se encuentran en otras unidades --cuatro menos--.
El área de Vigo, con 603 casos activos, se sitúa a la cabeza, al superar a la de A Coruña y Cee que hasta la fecha registraba el mayor número y en la que caen a 598; seguida de la de Santiago y Barbanza, con 331; Pontevedra y O Salnés, con 289; Ourense, con 149; Lugo, con 148; y Ferrol sigue a la cola, con 75.
Por áreas sanitarias, la presión hospitalaria se reduce en dos de las siete áreas --Ourense y Vigo--, mientras que se mantiene en las de A Coruña-Cee, Santiago-Barbanza, Pontevedra-O Salnés; Ferrol y Lugo.
En cuanto a la tasa de positividad, tras haber repuntado a un cuatro por ciento en el inicio de la semana, ha descendido a un 1,8% tras mantenerse las últimas jornadas en un 2%, por lo que sigue por debajo del 5% que la Organización Mundial de la Salud (OMS) fija para dar por controlada la pandemia.
