Los colectivos trans más representativos en España –la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), la Fundación Triángulo y Chrysallis– han iniciado una protesta con la que pretenden recorrer España y emular las movilizaciones que hubo en favor del matrimonio gay, aunque entonces el PSOE era un aliado y ahora es el enemigo por su intención de endurecer el borrador de ley trans del Ministerio de Igualdad.

El ala socialista del Gobierno no comparte la libre autodeterminación de género que pide el colectivo y que está recogida en el texto: que una persona trans pueda cambiar de nombre y sexo en el Registro Civil y el DNI con su mera “declaración expresa”, sin necesidad de aval médico ni dos años de hormonación. Los socialistas quieren introducir más “garantías jurídicas” en el borrador y que se “acredite” que una persona vive una situación estable de transexualidad con algún documento o testimonio cercano.

“Presunción de fraude”

Para los colectivos trans, estos requisitos supondrían una “tutela y poner a las personas trans en presunción de fraude”, según la presidenta de Chrysallis, Ana Valenzuela. La presidenta de la FELGTB, Uge Sangil, consideró que la propuesta socialista es discriminatoria porque no se exige al resto de la ciudadanía que alguien testifique sobre su condición sexual. “Salvo yo, nadie más sabe quien soy”, sentenció.

Para las organizaciones trans el “derecho a la autodeterminación” es una línea roja y ayer iniciaron en Canarias una protesta que les llevará por toda España y acabará en Madrid en fechas próximas al Orgullo Gay. El objetivo de la campaña ‘Exigimos la igualdad trans’ es que, “al igual que con el matrimonio gay, la sociedad se vuelva a echar a la calle para decirle al Gobierno que cree en la igualdad y que se respete la dignidad de todas las personas”, expresó José María Núñez, presidente de la Fundación Triángulo.