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De la moda a la hostelería en pandemia

El local que albergó la icónica librería Cervantes en Vigo mantiene su estructura (y libros) en una nueva vida como restaurante de mano del diseñador Manuel Pampillón

El diseñador Manuel Pampillón, en el interior del nuevo local. P. Hernández

El don para el diseño y la búsqueda de lo estético definen al creativo Manuel Pampillón (Vigo, 1992), que ahora ha decidido lanzarse en otro mundo que le apasiona, el de la gastronomía, aunque sin olvidarse de la moda. Este “enamorado de la cocina genuina” ha elegido un lugar tan singular y con tanto significado para los vigueses como la librería Cervantes para crear un local versátil, para trabajar o para disfrutar: ”un lugar donde gastronomía y cultura se confunden”, pretende.

Pampillón se dio a conocer con el Premio Gene Cabaleiro a los Jóvenes Valores, que premiaba a los nuevos talentos en Vigo. Corría el año en 2015. Poco a poco y a base de esfuerzo se iba abriendo un camino en el mundo de la moda: pasó por certámenes como el Salón Internacional de Moda “Momad Metrópolis”, tras ganar el Code Talent, y uno de sus diseños estuvo en el Museo del Traje. Uno de los últimos certámenes a los que concurrió fue el “Feeric Fashion Week”, donde mostró su colección “X-Art”. Pero después de “muchas curvas”, el creador ha decidido aparcar esa vocación. Al menos de momento. Y, a pesar del efecto del COVID sobre la hostelería, el joven se aventura en un proyecto de restauración en su ciudad natal, Vigo. Hasta ahí todo normal, estarán pensando. Otro joven más que busca hacerse un lugar en la ciudad.

Pues bien, el proyecto que liderará a partir de la semana que viene tiene cierto eco (aún) literario: abrirá un restaurante en la céntrica Policarpo Sanz. Y lo hará allí donde un día se ubicó la librería Cervantes, toda una institución en Vigo durante 70 años. Con Pampillón como gerente, “La Marujita”–nombre del restaurante en honor a su abuela materna– abrirá sus puertas el lunes, justo después de Semana Santa.

“Siempre me gustó la hostelería y la idea surgió de una tarde con amigos... Ya tenía algo en la mente desde que estaba en Madrid y ahí arrancó todo”, reconoce Pampillón.

Pero como nada surge de cero y el pasado siempre nos delata, también fluye por ese nuevo proyecto cierta inspiración de la moda en las ‘zonas’ con las que contará el restaurante. El local ha sido completamente remodelado pese a que se trató de mantener la estructura de la singular librería, que databa de 1936. Se mantienen los rótulos y hay libros en las estanterías, citas de Cervantes en las paredes y, además, unos sillones invitan a leer.

Pero el establecimiento dispone de varios “apartados” o “rincones” a modo de espacios adaptables, tanto para disfrutar de la gastronomía como de momentos de ocio o reuniones de trabajo. Gran parte del mobiliario ha sido rescatado de los rastrillos y se le ha dado una segunda vida. Se trata de sillas y sillones, piezas vintage de varios periodos como el Space Age o Era Espacial, comprendido entre finales de los años 50 y comienzos de los 70. Igualmente se encuentran piezas de AG Barcelona, cuya época del diseño 1960 a 1969 es de estilo mid-century, escandinavo. Pero el diseñador más presente en el local es Finn Juhl (1912-1989), quien acuñó el concepto “diseño danés”, en la década de los cuarenta y lo introdujo en Estados Unidos.

Cocina tradicional

¿Qué tipo de cocina harán? Manuel Pampillón avanza que el equipo optará por la cocina tradicional con tintes vanguardistas, con especial protagonismo del producto local, partiendo de la base de un buen producto, elaborado con mimo y respeto. Por ello la carta será variable y de temporada.

Se trata también de un guiño y tributo a las mujeres de Galicia, por su valiosa aportación a cocina gallega, y aquí en particular a su abuela, “la Marujita”.

En un momento tan díficil para la hostelería, con cierres y ERTE que lastran puestos de trabajo y negocios, los promotores de “La Marujita” se propusieron participar de la filosofía Too Good To Go en la lucha contra el desperdicio de alimentos. Aunque no son los únicos en Pontevedra –donde varios locales ya lo hacen–, el restaurante se suma a ofrecer la posibilidad de salvar el excedente de comida, a través de una app donde se puede adquirir un pack de comida sorpresa a buen precio. La sostenibilidad, que tanto preocupa a los millennials, sumado a la búsqueda de los valores tradicionales tan presentes en la gastronomía gallega, se quieren exaltar en este proyecto. También en un momento en el que cobra protagonismo la comida para llevar.

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