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SALUD MENTAL

La otra pandemia: ¿Cómo reducir la ansiedad en tiempos de COVID?

Una mujer camina en O Carballiño con la mascarilla retirada. Brais Lorenzo

Ataques de pánico, miedo, nervios, pensamientos intrusivos, sudores, temblores, dolor de pecho, falta de atención, incapacidad para afrontar ciertas situaciones sociales y laborales, ganas de llorar, sensación de irrealidad y despersonalización… Son solo algunos de los síntomas de una ansiedad elevada o un trastorno de ansiedad. En medio de esa odisea psicológica, la mente divaga y se desplaza al futuro de forma negativa presentándose en el día a día como un duro compañero de viaje para innumerables personas y que, en muchas ocasiones, llega sin llamar a la puerta y sin razón aparente. Y no, no es simplemente sentir ansiedad, que todo ser humano experimenta para poder sobrevivir, sino que se trata de una versión más potente en la que esta se dispara de forma incontrolable.

Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, esta afección psicológica se ha colado bajo la máscara de cada vez más individuos de todas las edades. La meditación, el deporte, dormir bien y la terapia psicológica son los métodos más efectivos para manejarla.

Una de cada 10 personas mayores de 15 años ha sido diagnosticada con algún problema de salud mental

Es una realidad que las restricciones y la limitación a la libertad de movimiento personal provocó un cambio consecuente a nivel mental en la población. Un 65 % de los españoles padeció síntomas de ansiedad o cuadros depresivos -mayoritariamente leves- durante el primer confinamiento, según un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam), del Instituto de Salud Carlos III. El mismo director científico de Cibersam, Eduard Vieta, afirmó a la agencia EFE que una de cada cuatro personas presentará un trastorno mental en algún momento de su vida. Ya en la actualidad, según los datos del Ministerio de Sanidad, uno de cada 10 mayores de 15 años ha sido diagnosticado con algún problema de salud de esta índole.

En ello ha tenido mucho que ver la alteración de las rutinas: más horas en casa, teletrabajo, más tiempo en internet, menos luz solar… y, por ende, una mudanza substancial del funcionamiento corporal y del sueño, clave en el control de la ansiedad. Concretamente, un 41,9 % de la población en España ha tenido problemas a la hora de descansar, según el CIS.

  • El Chuvi abrirá este año el primer hospital de día de salud mental para menores en Galicia

    Prevén estrenarlo antes de verano. Atenderá trastornos de la alimentación y primeros brotes psicóticos, entre otros

Así mismo, el Consejo Nacional de Psicología alertó a través de un estudio que el 40 % de los encuestados presentaba síntomas de depresión moderados y graves y un 30 %, problemas de ansiedad.

Investigadores de la Universidad de Ottawa corroboraron tal teoría y la vistieron con cifras alarmantes: la incidencia del estrés postraumático, la ansiedad y la depresión fueron, respectivamente, cinco, cuatro y tres veces mayor a los datos habituales manejados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el terreno propio, ya en el año 2017, la comunidad gallega junto con Asturias presentaron las prevalencias más altas de 'alguna enfermedad mental', ambas por encima del 16 % -sobre todo en mujeres-, según el Ministerio de Sanidad.

Todo ello, una ristra de guarismos para poner en contexto la importancia de lo que ya se prevé como la próxima pandemia mundial, que ha llevado a millones de individuos a hacer uso, incluso, de medicamentos como los ansiolíticos, más en auge desde el último año.

Formas de controlar la ansiedad

Lo más recomendable ante la percepción de los síntomas de la ansiedad elevada es acudir a un especialista, la terapia cognitivo conductual es una de las más utilizadas y efectivas. De forma complementaria, estas son algunas vías que ayudan a controlarla, porque la ansiedad se combate afrontándola:

-         Dormir bien

-         Evitar las bebidas con cafeína y el alcohol

-         Realizar prácticas deportivas

-         Pasear de forma consciente percibiendo todo lo que se sitúa a nuestro alrededor

-         Técnicas de relajación como la meditación guiada ('mindfulness'), la respiración diafragmática o la contracción-relax de la musculatura. Para lo primero, hay una serie de aplicaciones que ayudan paso a paso a conseguir el objetivo primordial de traer la mente al presente: Siente, Petit Bambou, Calm y Headspace, que también cuenta con una serie de capítulos de Netflix narrados desde la propia experiencia de un monje budista inglés, pero hay muchas más.

-         Ducha relajante antes de dormir

-         Baños termales

-         Programación del día con un horario para cada tarea

-         Consumo de infusiones relajantes

“Tomar el aire” en Francia

Paulatinamente, la sociedad parece ir proporcionando la dimensión que merece a este tipo de dolencias y ayer Francia anunciaba una nueva modalidad de confinamiento, que incluye la excepción de que toda persona podrá salir a la calle a pasear sin límite de tiempo y en un radio de 10 kilómetros.

Portugal acopló una medida semejante durante su segundo encierro total en el peor momento de la pandemia, en el mes de enero. Lo llamó “paseo higiénico”, una salida a la rúa en un entorno cercano al domicilio de residencia.

“Vete al médico”

El pasado miércoles, de nuevo saltó a la palestra nacional el tan tabú asunto de la salud mental. Cuando el diputado de Más País Íñigo Errejón intentaba advertir de las consecuencias psicológicas de la pandemia del coronavirus, su homónimo en el Partido Popular Carmelo Romero le gritó desde su escaño un: “Vete al médico”. Horas más tarde, el mismo popular se disculpó en redes sociales, pero el poso ya había quedado: la banalización con que muchas personas abordan dichos asuntos.

La coyuntura provocó una oleada de visibilización en las redes sociales bajo el hashtag #YoTambiénVoyAlMédico, que inundó la red de experiencias relatadas en primera persona. Un movimiento, al igual que el encaminado por Errejón, para reclamar el fortalecimiento de esta línea sanitaria. En nuestro país, la ratio de psicólogos está situada en seis por cada 100.000 habitantes, según ha denunciado el Defensor del Pueblo, con las demoras de consulta que ello provoca en momentos de extrema crisis. En la Unión Europea, la media se eleva a 18.

Para más inri, según la Confederación Salud Mental España, por cada euro que se invierta en la prevención de la salud mental de la población, se recuperan cinco.

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