Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El virus que se nos metió en la cabeza

El COVID-19 es una enfermedad que, en principio, afecta a nuestro aparato respiratorio. Pero también se ha instalado en nuestra cabeza. Y una vez dentro de nuestros pensamientos, el coronavirus segrega una peligrosa sustancia, el miedo. En términos evolutivos, el miedo es gloria bendita: como mecanismo de defensa, ha permitido al hombre estar alerta y sobrevivir a los innumerables peligros que le acechan. Pero el miedo también nos paraliza, nos entristece, nos deprime. La pandemia nos fatiga y nos deja sin perspectivas.

Según las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un 11% de españoles confiesa haber llorado por el agobio que le produce la situación sanitaria y socioeconómica derivada del coronavirus. Otros reconocen haber perdido el sueño o tener pánico a perder la vida o a quedarse sin algún familiar o ser querido. Y en mitad de este panorama gris, una luz de optimismo: siete de cada diez españoles han aprendido a valorar más sus relaciones personales. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

Compartir el artículo

stats