Austria y Dinamarca “dejarán de depender en el futuro de la Unión Europea (UE)” en el campo de la vacunación y prevén cooperar con Israel en la producción de fármacos para nuevas mutaciones del coronavirus, anunció ayer el canciller austríaco, Sebastian Kurz.

“Los expertos calculan que se necesitarán vacunas anuales para cerca de seis millones de austríacos. Por eso cooperaremos estrechamente con Dinamarca e Israel en la investigación y producción de vacunas“, escribió Kurz en un tuit.

El acceso a las vacunas a través de la UE, como se ha hecho hasta ahora, es “en principio, correcto. Pero la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) es demasiado lenta en la aprobación de las vacunas y hay cuellos de botella en el suministro por parte de las empresas farmacéuticas”, explicó Kurz posteriormente en una nota de prensa.

En ese comunicado, el jefe del Gobierno anuncia “un cambio de rumbo” en la estrategia de vacunación no solo de su país, sino también de Dinamarca, Grecia y la República Checa, en el marco de una cooperación en la que participarían también Australia y Noruega.

“Tenemos que prepararnos para más mutaciones y no debemos seguir dependiendo sólo de la UE para la producción de vacunas de segunda generación”, insistió Kurz tras comentar la visión de muchos científicos de que la población deberá renovar su inmunización con regularidad en los próximos años.

Para afrontar ese futuro, Austria, Dinamarca y los miembros del grupo “pionero” dejarán “de depender en el futuro de la UE y, junto con Israel, producirán dosis de vacunas de segunda generación para otras mutaciones del coronavirus en los próximos años, además de investigar conjuntamente opciones de tratamiento”, precisó.

Explicó que Austria, de 8,9 millones de habitantes, calcula que necesitará al menos 30 millones de dosis de vacunas, pues, según los expertos, dos tercios de la población tendrá probablemente que vacunarse anualmente en los próximos años.

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, por su parte, consideró posible ayer una futura colaboración con Israel en la construcción de fábricas propias para producir vacunas contra el coronavirus, dos días antes de viajar a ese país para entrevistarse con su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu.

“Hemos hablado sobre cómo aumentar la producción de vacunas. Puede ser a través de una colaboración público-privada. No descarto ninguna idea, tampoco la de construir fábricas”, dijo Frederiksen en una comparecencia parlamentaria.

La jefa de Gobierno socialdemócrata danesa viajará a Israel con el canciller austríaco, Sebastian Kurz.

La Comisión Europea (CE) defendió ayer su estrategia de inmunización, consistente en cerrar acuerdos con las farmacéuticas en nombre de los Veintisiete, después del desmarque de Austria y Dinamarca.

El portavoz defendió la estrategia alegando que ha permitido comprar un total de 2.500 millones de dosis de vacunas y que actualmente está previsto que se produzcan 1.500 millones, tras la aprobación de los fármacos de Pfizer-BioNTech, Moderna y AstraZeneca.