Tras un mes de confinamiento, con la frontera blindada y los colegios cerrados, Portugal ha conseguido doblegar la curva de la pandemia, que ayer dejó las muertes en mínimos de diciembre y los contagios de octubre, mientras avanza en un plan de vacunación que salta de una polémica a otra.

Según el último balance de la Dirección General de Salud (DGS), este domingo se notificaron 65 fallecidos, la cifra de muertes más baja desde el 28 de diciembre (58) y que eleva el total de víctimas de la pandemia hasta las 15.962.

También se reportaron 1.186 contagios, un número especialmente bajo que supone un mínimo desde octubre.

Por otra parte, el país luso ha detectado los siete primeros casos de la variante brasileña en su territorio.