La Audiencia Provincial de Madrid condenó ayer al valenciano Paco Sanz, conocido como el hombre de los 2.000 tumores, a dos años de prisión por estafa, así como a la devolución de 36.918 euros al simular que padecía una enfermedad letal y que si no viajaba a Estados Unidos para curarse, iba a morir.

La sentencia es fruto del acuerdo alcanzado entre la defensa de Paco Sanz y la Fiscalía en la primera sesión del juicio por el que el procesado reconoció los hechos y el Ministerio Público redujo su petición de condena de seis años a solo dos.

Sin embargo, se llegó a un acuerdo en lo referido a la responsabilidad civil sobre cada uno de los afectados.

Lo mismo ocurrió con su expareja, Lucía Carmona, para la que la Fiscalía pedía tres años de cárcel y, tras reconocer la estafa, quedó reducido a un año y nueve meses de prisión.