El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), formado por las comunidades autónomas y el Gobierno, aprobó ayer la actualización de la Estrategia en Cáncer. El documento persigue 40 objetivos repartidos en 5 líneas estratégicas: promoción de la salud y prevención en cáncer, promoción de la salud y prevención primaria y detección precoz; atención sanitaria, modelo asistencial, seguimiento y calidad de vida y cuidados paliativos; atención sanitaria a la infancia y adolescencia; datos e información de cáncer e investigación. También se trataron las prioridades de actuación a implementar en el SNS con el objeto de mejorar la atención sanitaria a las personas con cáncer durante la pandemia.

Uno de sus aspectos clave es el desarrollo del Código Europeo contra el Cáncer, que insiste en las recomendaciones preventivas como evitar el tabaquismo y las nuevas formas de consumo, la importancia de la dieta y el ejercicio físico, aunque también pone el foco en la prevención de la exposición al radón.

También recuerda que el CISNS aprobó el cribado poblacional del cáncer de cuello de útero, junto con el de cáncer de mama y colorrectal, como objetivo que debe llegar a toda la población candidata según la edad y género, si bien recuerda que quedan pendientes los criterios para evaluar la idoneidad de aprobar otros nuevos con creciente evidencia de su beneficio.

La actualización de la Estrategia en Cáncer, un documento fruto de la cooperación de sociedades científicas, asociaciones de pacientes, profesionales expertos y representantes de todas las comunidades autónomas, estará alineada con el Plan Europeo de la Lucha contra el Cáncer en el que ha trabajado también el Ministerio de Sanidad.

La Estrategia en Cáncer del SNS remarca también la importancia de la progresiva extensión del modelo de atención multidisciplinario, con el impulso de la conexión entre Atención Primaria y Hospitalaria. “Este modelo se debe complementar con un acceso rápido cuando hay un signo o síntoma de riesgo de diagnóstico de cáncer”, señalan.

Asimismo, se observa la medicina de precisión como una manera nueva de plantear el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, no solo por los biomarcadores asociados a la decisión terapéutica sino también, por la posibilidad de estratificar mejor la enfermedad y el pronóstico como por evaluar la predicción de la respuesta al tratamiento o de la toxicidad es otro de los puntos destacables.