El exbanquero Francisco Luzón falleció ayer a los 73 años de edad y tras años de lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), según confirmó la Fundación Luzón, Unidos contra la ELA, que creó con el objetivo de mejor las condiciones con las que viven los pacientes y sus familiares. Su muerte suscitó ayer numerosas reacciones de condolencia, como la de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en nombre del Gobierno y de las comunidades autónomas representadas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Economista de formación, nacido el 1 de enero 1948 en Cañavate (Cuenca) fue una persona clave en el sector financiero y bancario desde el año 1972 hasta 2012. Fue consejero ejecutivo de Banco de Vizcaya entre 1972 y 1987 y de Banco Bilbao Vizcaya (BBV) en 1988.

También ejerció como presidente ejecutivo del Banco Exterior de España (1988-1996), fundó y fue presidente ejecutivo de Argentaria (1991-1996) y además fue consejero vicepresidente ejecutivo de Banco Santander responsable de Latinoamérica (1996-2012).

Igualmente, desempeñó funciones de asesor en el Banco Interamericano de Desarrollo en Washington y en el Mecanismo Europeo de Estabilidad, con sede en Luxemburgo; fue patrono de las fundaciones Príncipe de Asturias, Ayuda contra la Drogadicción y Kovacs. También dedicó parte de su trayectoria a promover proyectos y plataformas educativas que fomentan el trabajo en red.

El diagnóstico de su enfermedad, en 2014, le llevó a crear una fundación que lleva su nombre, que presidía desde febrero de 2016 y con la que pretendía dar visibilidad al ELA y fomentar su investigación.

Hace ahora un año, el 17 de febrero de 2020, FARO publicaba una de las últimas entrevistas con Luzón. Cuestionado por la eutanasia por la periodista Natalia Vaquero, Luzón se preguntaba “si está realmente garantizado el derecho a una vida digna. ¿Quién le garantiza en España una vida digna a un enfermo de ELA que no posee los recursos económicos para cubrir los altos gastos de asistencia y cuidados de los que requiere?”, reflexionaba el exbanquero, que insistía en que “lo primero es una vida digna; lo segundo, una muerte digna. La verdadera libertad solo existe cuando uno tiene la posibilidad de elegir en igualdad de condiciones”.

Más tarde, el pasado 21 de junio, FARO publicó una entrevista con su esposa y vicepresidenta de la Fundación Francisco Luzón, María José Arregui. Su ahora viuda revelaba al periodista José Ángel Otero el estado del exbanquero: “Ya no mueve ni un solo músculo de su cuerpo, pero su cabeza sigue al cien por cien y sus emociones también. Se comunica con una aplicación que lee el iris de los ojos”, explicaba.

María José Arregui destacaba también el respaldo de la fe que tuvo siempre su marido y el optimismo con el que afrontaba cada nueva jornada, dándole gracias a Dios por cada día de una vida que ayer lamentablemente terminó.