El Gobierno del estado de Victoria, la región de Australia más azotada por el nuevo coronavirus cuya capital es Melbourne, decretó este viernes un estricto confinamiento de cinco días a raíz de un rebrote del COVID-19 con 13 positivos locales.

Será un confinamiento “corto y tajante”, apuntó en rueda de prensa el gobernador Daniel Andrews ante el temor de que se descontrole ese rebrote vinculado con la denominada cepa británica que, según los expertos, es más infecciosa.

El rebrote está vinculado a un trabajador de un hotel de Melbourne habilitado para que guarden la cuarentena obligatoria de dos semanas las personas que regresan al país desde el extranjero.