El COVID ha limitado de manera notable lo que podemos o no podemos hacer. Cierres perimetrales, toque de queda, hostelería cerrada a ciertas horas...Todas las normas claras y concisas. Pero el colectivo fumador se pregunta: y nosotros ¿cuándo y dónde podemos fumar sin ser multados?. Varios son los ejemplos de fumadores resguardados en esquinas por la vía pública, en garajes escondidos o apartándose de la mesa cuando disfrutaban de compañía en una terraza (cuando la hostelería estaba felizmente abierta), ¿Es correcto su comportamiento, o está totalmente prohibido fumar por la calle?.

Para aquellas personas que quieran disfrutar de un cigarrillo mientras pasean o sentados en bares con su consumición, la Xunta ha modificado, con fecha 26 de enero, la norma que regía la prohibición del consumo de tabaco en la calle. En agosto del año pasado, la vía pública y las terrazas eran lugares libres de humo bajo pena de multa. Los expertos consideraron que el humo y el acto de fumar se consideraba un factor de difusión elevado, tomándose la medida más brusca: no se puede fumar si no está garantizada la distancia de seguridad.

Una regla que no fue muy popular para los amantes de la nicotina, que vieron cómo su ámbito a la hora de fumar se reducía, prácticamente, a su hogar. Durante agosto y hasta enero esta norma imperó en las calles de Galicia, si bien varias personas, bien por desconocimiento o por necesidad, seguían fumando tanto en terrazas como a escondidas.

Pero a partir del 26 de enero, el DOG modificó lo impuesto en agosto, y la prohibición ya no será tan extrema. Según indica, se podrá consumir tabaco u otros productos, como los cigarrillos electrónicos, siempre y cuando la persona en cuestión se aparte de la circulación de los viandantes, garantizando la distancia de seguridad. Su consumo en terrazas se regirá por el mismo patrón: se puede fumar, pero garantizando los dos metros de distancia. Así que seguiremos viendo por la calle a fumadores escondidos para disfrutar de un pitillo, o usuarios en terrazas levantándose para fumar y cumplir con la distancia de seguridad. Todo para suavizar la curva de contagios que se ha disparado durante la tercera ola y que, según arrojan los datos, ha llegado a su pico hace un par de semanas.