Investigadores del grupo Nanomag, perteneciente al Instituto de Materiales de la Universidad de Santiago (USC) desarrollarán una tecnología para “vestir” las nanoestructuras magnéticas para pasar por vesículas extracelulares, o lo que es lo mismo, vehículos de transmisión de la comunicación intercelular entre órganos. Este estudio forma parte del proyecto de investigación Biogenic Organotrophic Westsuits (BOW), que acaba de ser financiado con 4,5 millones de euros en el marco del programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea.

Con la coordinación de José Rivas, profesor emérito de la Facultad de Física de la USC, el grupo Nanomag desarrollará una técnica que permita “vestir” con una monocapa o multicapa a estos nanocompuestos de partículas magnéticas a escala namométrica para que escapen del control del sistema inmune. De esta manera, se espera dotar a dispositivos sintéticos con una superficie de gran complejidad biológica que les permita biomimetizarse, camuflarse en el sistema inmune y dirigirse a dianas de interés como órganos o tumores. Los científicos camuflan estos dispositivos con una membrana fabricada a partir de una vesícula extracelular que dará forma a la información contenida en el interior del nanodispositivo.

Las vesículas extracelulares con tamaños nanométricos son la pieza clave de la comunicación intercelular entre órganos “hecha por las células para las células” –señalan los investigadores–, y que permiten el transporte de lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. Asimismo, toman parte en procesos fisiológicos y participan en los mecanismos de propagación de diversas enfermedades, incluido el cáncer y las infecciones. La investigación que acaba de echar a andar y que será desarrollada por un consorcio internacional integrado por once socios de Italia, Alemania, Irlanda, Suiza, Estonia, Chequia y España supone un primer ejemplo disruptivo de nanotecnología biogenética.

“El éxito de esta tecnología no incrementa promoverá el progreso de nanodispositivos y nanomateriales implantables de cara a la producción sostenible y la translación clínica, contribuyendo a fortalecer y mantener la posición de liderazgo en la biotecnología europea e implantando la calidad de la vida de las personas”, afirma el profesor Rivas.

Los objetivos del proyecto consisten en la producción de vesículas extracelulares con funciones biométricas y organotrópicas; la síntesis y funcionalización de nanocompuestos superparamagnéticos, y el diseño de un dispositivo microfluídico para la fabricación simplificada de nanocompuestos recubiertos con membrana de vesícula extracelular.

“Los nanomateriales y los nanodispositivos constituyen una tecnología fundamental para mejorar la medicina de precisión y los enfoques terapéuticos”, asegura el profesor Rivas reivindica.

En los cinco últimos años, este es el tercer proyecto europeo del programa Horizonte 2020 que obtiene el grupo de Rivas, que tiene en vigor un cuarto proyecto europeo más dentro de otro programa.