La Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad descartó ayer administrar la vacuna de AstraZeneca, de la que llegarán las primeras dosis a España entre el 6 y el 8 de febrero, a los mayores de 80 años, si bien aún no ha decidido si la desaconsejará para las personas de más de 65. Así lo avanzó ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias, al término del Consejo Interterritorial de Salud.

Explicó que la Comisión de Salud Pública, a instancias de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones, acordó que las vacunas de ARN mensajero se van a reservar para los mayores de 80 años. Esto significa que a este colectivo no se le inyectará el fármaco de AstraZeneca, recientemente aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), sino solo las otras dos que por el momento se distribuyen en nuestro país: Pfizer/BioNTech y Moderna.

Será hoy cuando esta Comisión, que también ha consensuado un intervalo de 10 a 12 semanas entre las dos dosis de AstraZeneca, decida si recomienda o no su uso en las personas mayores de 65 años, algo que ya han desaconsejado varios países europeos porque no se ha ensayado en este grupo de población, por ejemplo Francia, Italia o Alemania. Todos alegan que no hay suficiente evidencia de eficacia para quienes la superan. Sin embargo, Reino Unido sí está pinchando con esta vacuna a los ancianos ya que los ensayos sí muestran que generan anticuerpos contra el SARS-CoV-2.

Ante este cambio, la comisión de Salud Pública también debe fijar un nuevo grupo prioritario al plan de vacunación, ¿ a quién vacunar con las dosis que no serán para los mayores? Tras inmunizar a residencias, sanitarios y grandes dependientes, es el turno de los mayores de 80. Ahora podrían ser también personas más jóvenes con patologías que les hacen vulnerables al coronavirus, tal como se hará en Francia o los Países Bajos, o a trabajadores esenciales. O los sanitarios que todavía no hayan recibido ninguna dosis.

La ministra de Sanidad también desveló ayer que en febrero llegarán 1,8 millones de dosis de AstraZeneca y 2,7 millones de dosis de Pfizer. Con estas previsiones, Darias confía que es posible conseguir el objetivo que España (y la Unión Europea) se han marcado: vacunar al 80% de la población mayor de 80 años antes de que termine marzo.

Por otra parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se mostró ayer abierta a un acceso al mercado europeo las vacunas chinas y rusas con la condición de que demuestren transparencia y se sometan al regulador europeo. “Si los productores rusos y chinos abren sus expedientes, muestran transparencia, todos sus datos (...), entonces podrían tener una autorización condicional de comercialización como los demás”, declaró Von der Leyen al comparecer ante grupos parlamentarios sobre su estrategia de vacunación.

“Quien quiera tener acceso al mercado europeo debe someterse a las normas de análisis” de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), insistió. En esto coincide con la canciller alemana. “Todos los que obtengan una autorización de la EMA serán absolutamente bienvenidos, hablé precisamente de este punto con el presidente Putin”, dijo Angela Merkel el martes por la noche en la televisión pública ARD.

Von der Leyen y el presidente de turno del Consejo de la UE, el portugués António Costa, dirigieron una carta a los lideres de los Veintisiete en la que instan a “combinar todos los esfuerzos con la industria para aumentar el suministro de vacunas y la capacidad de producción en la UE”.

“Uno de los retos más inmediatos es la entrega oportuna y predecible de las vacunas”, indican en su escrito Von der Leyen y Costa, tras constatar que “los acontecimientos de la última semana han demostrado que la producción de vacunas sigue siendo un reto y una cuestión delicada” en la UE. “Ahora debemos combinar todos nuestros esfuerzos con la industria para aumentar el suministro de vacunas y la capacidad de producción en la UE”.