Galicia, en especial su fachada atlántica, estuvo ayer sometida a un diluvio incesante que ha dejado registros de precipitación acumulada asombrosos. En Lousame se registraron 125 litros por metro cuadrado y en Fornelos 106 en solo 24 horas. Por ponerlo en relación: sin contar las cuatro gallegas, solo hay cinco capitales de provincia en España que superan los 100 l / m2 en alguno de los 12 meses del año: Bilbao, San Sebastián, Santander, Oviedo y Cádiz.

La lluvia protagonizó más de 150 incidencias en la comunidad, informa el 112, en especial bolsas de agua en las carreteras e inundaciones en las vías de circulación. Los hechos más graves se registraron en el sur de Pontevedra. Sobre las 22:30, el desbordamiento de un río a su paso por Urgal, en O Rosal, obligó a cortar dos carreteras. Un poco antes, en Tomiño, también se desbordó el río Pego y se tuvo que cerrar otra vía y lo mismo ocurrió alrededor de las 21:30 en Ponteareas, después del desbordamiento del río Tea, que también impuso el corte de una carretera. En este caso, varios inmuebles, uno de ellos habitado, quedaron aislados y los servicios de emergencias pidieron a los ocupantes que se quedasen en el interior hasta que se recuperase la seguridad.

Tras el paso de la lluvia constante, hoy los chubascos serán más puntuales, aunque podrán venir acompañados de aparato eléctrico, según Meteogalicia. Durante este miércoles Galicia quedará en una situación intermedia entre altas y bajas presiones. Así tras una mañana de chubascos generalizados localmente tormentosos, por la tarde se esperan cielos con nubes y claros al este y muy nublados con precipitaciones en las comarcas atlánticas. Las temperaturas mínimas descenderán ligeramente y las máximas no tendrán cambios significativos. El viento soplará del suroeste moderado, girando a sur por la noche.