El reguero de víctimas mortales que el COVID-19 ha dejado enero arroja cifras espeluznantes: 400 personas perdieron la vida en el primer mes del año y la cifra de fallecidos con coronavirus en Galicia alcanza ya las 1.815 personas, después de que el Sergas comunicase este lunes 40 nuevos decesos.

De estas muertes, 9 se han producido en la última jornada, mientras que las otras 31 tuvieron lugar el viernes, sábado y domingo, pero no ha sido hasta ahora que Saúde Pública ha confirmado que la causa es el COVID. La víctima más joven es una mujer de 46 años que vivía en la residencia para personas con discapacidad Pai Menni de Betanzos, centro donde también ha fallecido una mujer de 77 años.

Trece óbitos son de personas residentes en centros sociosanitarios y de ellas, cinco eran usuarias de DomusViCarballo. El resto de muertes se han producido en los centros hospitalarios gallegos y todos los fallecidos presentaban patologías previas, según Sanidade.

El coronavirus también sigue sin dar tregua a los hospitales de la Comunidad, que una jornada más han visto aumentar las camas destinadas a pacientes con el virus. En las últimas 24 horas han ingresado 90 infectados, 10 en UCI y 80 en planta, que elevan los hospitalizados hasta cotas jamás vistas en Galicia: 1.452.

Los diagnosticados que precisan de internamiento se multiplicaron por cuatro en el mes de enero, con más de mil personas. Esta situación ha llevado a que las siete áreas sanitarias funcionen como una única circunscripción y desde la semana pasada se trasladan pacientes de los centros más saturados a otros que todavía disponen de espacio.

Esta desorbitada presión hospitalaria recibe hoy un ligero alivio con una caída de los casos activos por primera vez desde diciembre. El Sergas informa en su actualización diaria de datos de 22.420 infectados, 188 menos que ayer. La curva marca un punto de inflexión tras la voraz escalada vivida después de la relajación de las restricciones en Navidad.

En este descenso destacan, por un lado, un índice de contagios diarios inferior a mil (963) y, por otro, el elevado número de altas médicas prescritas (1.137). Otra cifra que mueve a cierto optimismo es el menor registro de positivos por PCR, 880, frente a la gran cantidad de test realizados, 12.848. El fin de semana se realizaron cribados masivos en localidades como Vigo y Poio.

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El virus ofrece este lunes tímidas muestras de contención, dos días antes de que se cumpla una semana de las restricciones más severas jamás impuestas por la Xunta durante la pandemia. Estas se mantendrán, como mínimo, hasta el próximo 17 de febrero.