La Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal reclama que se mantengan abiertos los máximos pasos posibles entre ambos países, con todos los controles necesarios para controlar la expansión de la COVID-19.La reintroducción de controles interiores en la frontera entre España y Portugal, que estará en vigor hasta el 14 de febrero, comenzó a aplicarse en la madrugada de hoy.
La Xunta teme que se repita la situación creada el año pasado, cuando los trabajadores transfronterizos se vieron obligados a realizar grandes desplazamientos, debido a los pocos puntos de cruce permitidos para cruzar la frontera entre España y Portugal. Y a soportar también largas esperas.
La eurorregión considera que el mantenimiento solo de los puntos de cruce de Verín (Ourense) y el del puente de la autopista de Tui (Pontevedra) las 24 horas todos los días, junto al de Salvaterra solo unas horas los días de semana, supone volver al “peor momento” del año pasado.
Entonces, el cierre de las fronteras originó retenciones en la circulación y retrasos y perjuicios a los trabajadores transfronterizos, recuerda la Xunta.
Así, aunque entienden la limitación del cruce de las fronteras para contribuir a frenar la propagación del virus piden que las peculiaridades de las áreas transfronterizas se tengan en cuenta para limitar el impacto negativo tanto en la economía como en la vida de los habitantes de la “raia”.
Por su parte desde la Agrupación Europea de Cooperación Transfronteriza (AECT) Río Miño, su vicedirector, Uxío Benítez, ha criticado el “agravio” que supone esta decisión para los municipios transfronterizos, según la Diputación de Pontevedra. Pide que los pasos de Tomiño-Vila Nova de Cerveira e Arbo-Melgaço también estén operativos, con los controles necesarios.
