España ha podido perder prácticamente una de cada seis vacunas contra el COVID-19 de Pfizer y BioNTech. La razón es que los viales que comercializa contienen antígeno para cinco dosis de la vacuna si se trabaja con jeringuillas y agujas estándar, que son las que más tiene España, pero que podría dar para una sexta dosis con el material adecuado –jeringuillas de “volumen muerto bajo” y agujas de 35 microlitros o menos–.

Agencia Europea del Medicamento (EMA) aceptó un cambio en el prospecto de la vacuna de Pfizer, el pasado 8 de enero, y desde entonces se pueden extraer seis dosis de los viales, en vez de cinco, si serealiza con una jeringuilla de “volumen muerto bajo”, –el espacio que existe entre la aguja y el émbolo de la jeringa–. De esta forma, de cada vial se pueden extraer 6 dosis de 0,3 ml, de vacuna. Las jeringas ideales son las de 1 ml, las típicas de insulina, pero graduadas a 0,1ml.

El Ministerio de Sanidad avisó a las comunidades en junio de que tuvieran también preparadas jeringuillas de volumen muerto, pero no todas consiguieron las cantidades suficientes de las mismas y esa sexta dosis extra se está quedando sin aprovechar en muchas zonas. En España, según las cifras del viernes 8 de enero, cuando se aprobó el cambio, se habían administrado 743.925 vacunas. Tomando como referencia la recomendación de ese momento de la EMA de cinco dosis por vial, se manejaban unos 148.785 viales. De haber sacado seis dosis en lugar de cinco, se podrían haber perdido 148.785 dosis.

El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, se mostró ayer de que no hay ningún problema con las jeringuillas para vacunar contra el COVID-19 en España porque todo está “perfectamente planificado” desde hace meses.