En la memoria colectiva de los gallegos adultos, "el Hortensia" es el padre de todos los temporales. El 3 de octubre de 1984, este exciclón tropical llegó a Galicia tras cruzar el Atlántico e hizo estragos pese a las insistentes alertas de las autoridades, movilizadas como nunca antes para evitar un desastre sin precedentes. Mañana por la noche, 36 años después, cruzará la comunidad la borrasca Hortense, un nombre casi calcado que no ha hecho sino avivar el recuerdo de uno de los eventos meteorolóigoco más mediáticos de las últimas décadas, antes de que el término ciclogénesis explosiva hiciese fortuna ya a principios de este siglo.

Según la predicción de Meteogalicia, Hortense, así nombrada por la Agencia Española de Meteorología (Aemet) y que casi se enlaza con Gaetan, afectará a la comunidad durante la noche del jueves al viernes. Se esperan vientos superiores a los 100 kilómetros por hora en amplias zonas de Galicia, además de olas de hasta cinco metros en el mar. También se registrarán lluvias intensas.

Con la precaución que requiere el hablar de fenómenos meteorológicos que pueden variar en cuestión de horas, Hortense no alcanzará la dureza del Hortensia, que afectó en mayor medida a la cornisa norte de la comunidad. "En miles de millones de pesetas se calculan las pérdidas en toda Galicia a causa del temporal", abría a cinco columnas el FARO DE VIGO su edición del viernes 5 de octubre de 1984. Prácticamente toda la portada del periódico estaba dedicada al paso de la borrasca, que dejó un fallecido en A Coruña, dos heridos graves y 12 leves. La racha máxima se calculó en 150 kilómetros a la hora. "El descarrilamiento del ferrobús, barcos a la deriva, yates embarrancados y destrozados y el hundimiento de 20 bateas con 75 millones de pérdidas, saldo del temporal de lluvia y viento en Vigo", refiere la crónica sobre el impacto en la ciudad. En cuanto a intensidad, Klaus, en enero de 2009, superó los registros anteriores. Pero para muchos gallegos, si hay que mencionar un temporal, ese es el Hortensia, el ciclón que doblaba las ventanas.

Portada del FARO DE VIGO del 5 de octubre