Toque de queda a las 8 de la tarde o incluso a las 6, si la situación epidémica lo requiere. Es la decisión que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quiere poder tomar ante la preocupante evolución de la epidemia de COVID-19 en Galicia y en toda España. El actual estado de alarma solo le permite fijarla no antes de las 10 de la noche, como está actualmente establecida en la comunidad, pero tanto la ministra de Administraciones Públicas, Carolina Darias, como el de Sanidad, Salvador Illa, han manifestado que este asunto se debatirá hoy en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). Sin embargo, el recurso gubernamental ante el Tribunal Supremo de la decisión de Castilla y León, que adelantó la prohibición de la movilidad nocturna a las 20 horas, parece indicar que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no parece favorable a la flexibilización que le reclaman la mayoría de los gobiernos autonómicos.

“¿De dudosa legalidad? La respuesta es que sí”, dijo ayer Feijó sobre el paso dado por su homólogo y compañero de partido, Alfonso Fernández Mañueco, de adelantar el toque de queda a las ocho. “Pero desde el punto de vista sanitario no es dudosa”, añadió. “Necesitamos ampliar el toque de queda como mínimo a las 20 horas en todo el territorio nacional, y si hay municipios con mayor incidencia, por qué no tener la herramienta para adelantarlo a las 18.00 o 19.00”, imploró Feijóo durante una visita a San Cibrao das Viñas, en Ourense.

“Cuando uno delega la responsabilidad de la gestión ha de ser consecuente”, dijo el presidente de la Xunta, que defendió que todas las comunidades cuenten con esa “herramienta” ante una situación de “enorme complejidad”. Añadió que “o lógico es que finalizado el trabajo, la gente vuelva a su casa y solo salga para actividades esenciales, para compras esenciales”.

Sobre el horario exacto, dijo que dependería de la incidencia en cada comunidad autónoma, pero que vería “bastante razonable” un horario entre las ocho y las nueve de la tarde, con la posibilidad de modificarlo en zonas donde la situación sea “excepcional” y anticiparlo a las seis o las siete.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, reiteró ayer que el actual estado de alarma es “suficiente” para “combatir el incremento de casos” de coronavirus en España. En una entrevista en la SER, Illa abogó por esperar a que las restricciones surtan efecto en la evolución de la pandemia, antes de tomar una decisión sobre adelantar el toque de queda a las 20.00 horas. Ese efecto suele demorarse un ciclo epidemiológico, 14 días, por lo que no parece que el ministro esté dispuesto a modificar el acual statu quo legal en fechas próximas.

Tampoco son cortos los plazos del Tribunal Supremo, que dio ayer diez días a Castilla y León para que presente sus alegaciones contra el recurso del Gobierno.

La consellera de Salud de Cataluña, Alba Vergés, criticó el lunes que el Ejecutivo central presentara este recurso mientras pedía a otras autonomías su punto de vista y propusiera debatir el tema en el Consejo Interterritorial de Salud que se celebra hoy.

Galicia encadena ya siete días con más de mil positivos

Galicia encadena siete días superando el millar de casos nuevos: ayer fueron 1.183. Además, la cifra de casos activos está también en máximos de toda la pandemia, y los ingresos en UCI superan el pico de la segunda ola. De los 1.183 nuevos casos, 970 fueron detectados entre las 9.819 PCR realizadas en las últimas horas, lo que arroja un índice de positividad del 10%. Además, el área sanitaria de Vigo rompió su techo de casos activos, como ya hicieron en fecha anteriores las de A Coruña y Santiago. El total de infectados desde marzo asciende a 78.462. La Consellería de Sanidade notificó anoche la muerte de otras 14 personas con diagnóstico de coronavirus, por lo que la cifra de fallecidos desde el inicio de la epidemia se eleva a 1.550. Siete de los decesos corresponden a mujeres que fallecieron en residencias geriátricas de Xove, A Pastoriza, Ribeira, Carballo y Ribadeo. En centros hospitalarios fallecieron cuatro mujeres y tres hombres. Todos los fallecidos tenían patologías previas y superaban los 75 años de edad, salvo un hombre de 62 años que murió en el CHUVI. Las ucis sobrepasaron la cota alcanzada en la segunda ola. Sanidade informó ayer de 114 (+10) pacientes críticos, frente a los 110 notificados el pasado 16 de noviembre. El mayor registro de ingresos graves se produjo el 5 de abril, con 169. Por entonces toda España atravesaba su tercera semana bajo confinamiento total. Las hospitalizaciones en otras unidades también repuntan hasta las 664, 29 más que el lunes. El número de internados en situación estable también ha sobrepasado la marca de la segunda ola, pero aún se mantiene lejos de los datos de abril, cuando el día 6 se notificaron 939.