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Expertos gallegos abogan por un confinamiento duro y descartan las restricciones por horas

Expertos gallegos ven insuficiente ampliar el toque de queda y evalúan otro confinamiento

Galicia es una de las Comunidades Autonómicas que quiere ampliar el toque de queda para frenar los contagios desbocados de la pandemia. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, considera “razonable” que se permita a las comunidades autónomas extender más aún el toque de queda, incluso hasta las 18.00 horas como acaba de hacer Francia, y decretar confinamientos “al menos municipales”. La ampliación del toque de queda, actualmente entre las 22.00 horas y las seis de la mañana, es para muchos científicos gallegos algo insuficiente en este momento, y evalúan ya la necesidad de otro confinamiento domiciliario como el de la pasada primavera.

  • Juan Gestal Epidemiólogo

    “Se necesita otro confinamiento, con escuelas abiertas”

Juan Gestal, epidemiólogo y catedrático emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Santiago, apunta que se trata de una medida “que disminuye las posibilidades de contagio interpersonal”. Explica que disminuir la movilidad con los contactos interpersonales es lo mejor, pero cree que no es la solución: “Están dándole vueltas en vez de ir a resolver el problema y, mientras tanto, éste se va agravando. Es una enfermedad con crecimiento exponencial y la solución es otro confinamiento. En principio yo lo plantearía de cuatro semanas y dejaría abiertas las escuelas de Infantil, Primaria y si es posible ESO. Cerraría la Universidad y dejaría abierto solo lo esencial”.

  • Carlos PEREIRA Virólogo

    “No va a funcionar el toque de queda, pero no hacer nada es peor”

En sentido similar se pronuncia el profesor de Virología y Epidemiología en la Universidad de Santiago Carlos Pereira. “No podemos trasladar las reuniones del bar a los domicilios, porque vamos a estar igual. No digo que el toque de queda sea ineficaz, sino que no es suficiente”, sostiene. Incide en que el toque de queda reduce la movilidad y eso ayuda a controlar la evolución de la pandemia, pero cree que no basta. “Bienvenida sea la medida, porque no hacer nada es peor. Pero creo que no va a funcionar lo que se está haciendo. Hay que ir al confinamiento domiciliario, igual que en mayo. Si la curva sigue subiendo espero que tomen medidas, aunque creo que no se va a hacer otra cuarentena de verdad porque puede tener costes políticos. La vacuna es un apoyo, pero no la única solución. Creo que habría que ir al confinamiento e ir mirando la curva todas las semanas. Cuando se pueda, en la desescalada, debería aplicarse el confinamiento perimetral. Ese fue el fallo, tras la cuarentena anterior no se hizo nada” , explica.

  • Francisco Caamaño

    “Al final de la semana que viene veremos si es suficiente”

Menos drástico se muestra Francisco Caamaño, epidemiólogo y profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago: “Considero una excelente idea, muy razonable, adelantar el toque de queda. Hay que conseguir que la gente se mueva el mínimo, que entienda que se trata de salir de casa para ir al trabajo, dar un paseo familiar con convivientes en zonas apartadas, comprar y atender las cosas esenciales”. En su opinión: “Restar atractivos al centro de las ciudades, caso de apertura de centros comerciales o cafeterías, a partir de las seis u ocho de la tarde, es muy razonable. Hay que respetar el trabajo y la actividad escolar, pero no veo la necesidad de estar en la calle a todas horas. Todo ello para procurar evitar otro confinamiento como el de marzo, sería lo ideal, pero no lo descarto. Creo que va a depender de los datos que se obtengan a finales de la semana que viene. La conciencia de la gente es escasa, cree que con la vacunación se está acabando con la pandemia pero no es así. La proporción de vacunados no va alcanzar”.

  • Antonio Figueras Investigador del CSIC

    “Estoy radicalmente contra otro encierro como el de primavera”

El investigador del CSIC Antonio Figueras se muestra “radicalmente” en contra de otro confinamiento domiciliario como el de marzo pues cree que no se dan las circunstancias: “Hay que adoptar medidas flexibles y ágiles de implantar en función de los datos de cada territorio y en cada momento. En Galicia hay grandes diferencias y no se puede imponer las mismas medidas en pueblos del interior de Lugo y Ourense, sin apenas contagios, que en las grandes ciudades. ¿Vamos a hacer de verdad eso?”. En cuanto al adelanto del toque de queda, no sabe si va a ayudar o no: “De entrada no me gusta el nombre, suena a golpe de Estado. En cuanto a su eficacia, lo desconozco. En el único sitio donde la gente está sin mascarilla bebiendo y comiendo es en las terrazas, a lo mejor solo cambiar de horarios no reduce las transmisiones”.

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