Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Solo será un minuto

La lista de las palabras tristes

Susana: “Me divierto con tonterías muy raras. Hoy me pasé un atasco de hora y media buscando palabras que me produzcan tristeza. Encontré muchas e hice una selección final. Cuna. Londres. Sábana. Temblor. Caricia. Estación. Parking. Luna. Frambuesa. Cuero. Espuma. Arena. Huellas. Él.

Luego hice una lista con los diez lugares más deprimentes del mundo. Un parking. Un aeropuerto. Un hotel de carretera. Un WC de discoteca. Un bar lleno de tipos viendo un partido de fútbol. Una despedida de solteras con stripper. Un cine rebosante de palomitas. Un concierto lleno de mecheros encendidos. El Metro en hora punta. Su cama.

Mi amiga Marta, que me conoce muy bien, me preguntó ayer a bocajarro: ¿eres fiel a Pedro? No, respondí. ¿Le quieres?, preguntó. Sí, dije. ¿Entonces por qué eres infiel?, preguntó. ¿Te gusta la fabada?, pregunté. Claro, dijo. ¿Te gusta comer fabada todos los días?, pregunté. Me miró como si me viera por primera vez, y me extrañó, porque pensé que conocía mejor. Tiene gracia porque cuando éramos más jóvenes ella me reprochaba ser demasiado timorata en asuntos de amor. Y parsimoniosa y prudente. Lo cortés no quita lo caliente, le dije para desconcertarla un poco, pero lo único que conseguí fue que me mirase con cierto desdén. Nada grave. Ella tuvo de novio durante años a un hombre celoso y posesivo hasta extremos enfermizos. Un plasta y un miserable, pero nunca se lo dije para no poner en peligro nuestra amistad. Lo sorprendente, o gracioso, es que luego se casó con un tipo aún más celoso y posesivo. A ver el tercero. Yo, que hago listas de palabras tristes que me recuerden lugares o sentimientos en ruinas, me decidí hace tiempo por pieles con las que dormir y pieles con las que no despertar, y no me va mal”.

Compartir el artículo

stats