Las nevadas del puente de la Constitución y de las últimas jornadas de 2020 habían dejado en Cabeza de Manzaneda, a más de 1.700 metros de altitud en el Macizo Central de Ourense, un manto generoso de nieve. Pero la única estación de esquí de Galicia estaba cerrada –por primera vez en época de Navidad– y los aficionados al deporte y al ocio de montaña solo podían disfrutar del entorno, teniendo que subir a pie a la cumbre, sin telesilla ni remontes. Tras el cambio empresarial en la gestión a principios de este año, de la que ahora se ocupa Artabria Capital –una entidad con sede social en Oleiros (A Coruña), un año de antigüedad, hoteles en Panamá y una apuesta por el turismo sostenible–, Manzaneda reabrió ayer, aún no a pleno rendimiento pero con una buena afluencia dado el contexto de pandemia. A pesar de las restricciones de movilidad, con cierres perimetrales en las siete ciudades y la mitad de la población gallega afectada, a pesar de las recomendaciones de autoconfinamiento ante la alta incidencia de COVID, ayer acudieron 650 personas a la estación. Debido a la situación sanitaria, el aforo límite diario es de 1.000 usuarios. “Hay 16 kilómetros esquiables, ¿cuántos kilómetros cuadrados hay en un centro comercial, por ejemplo, y sin estar al aire libre?”, incide el director general de Artabria Turismo, Albert Montaner.

La instalación no abría desde marzo, cuando la pandemia irrumpió, aunque fue en enero de 2020 cuando estuvo disponible por última vez para el esquí, gracias a la innivación artificial, puesto que la pasada temporada las precipitaciones fueron escasas. Este fin de semana se encuentran abiertas todas las pistas salvo una, con un estado de nieve dura. Para la próxima semana se prevé que caiga más.

Un par de accidentes leves

La Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil de Trives y Manzaneda acudieron a controlar que el estreno de la temporada, en una jornada soleada, se produjera sin incidencias y con los visitantes manteniendo distancias. Se registraron “dos o tres casos leves de accidentes” en la práctica de deporte, según el director. Fuentes del instituto armado aseguran que la jornada se desarrolló con normalidad y que la afluencia era inferior a la que preveían. La mascarilla es obligatoria en todo momento aunque la actividad sea al aire libre. “La estación sigue las normas y recomendaciones del protocolo COVID unificado de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña de España (ATUDEM). En zonas de espera y entornos próximos a remontes se debe mantener la distancia interpersonal adecuada. Ahora, más que nunca, se pide la colaboración de todos”, subraya la empresa.

Sin la venta online disponible para adquirir el pase por anticipado, y con las taquillas en funcionamiento desde las 9.30 a las 16 –salvo que el aforo máximo se agote antes–, se formaron colas en el acceso en algunos momentos. Las cafeterías del complejo permanecen cerradas. El parón y la falta de mantenimiento provocaron averías, como roturas de tuberías por el frío, que aún deben subsanarse. “Las instalaciones se deterioran mucho”, según el director. En varios puntos se instalaron furgonetas ‘food truck’, para que los usuarios puedan comprar algo de comer y beber. El horario de apertura del recinto en este regreso, este fin de semana y el próximo, es de 10.00 a 17.30. Están abiertos los baños públicos y el servicio de alquiler de material.

La única estación de Galicia para la práctica de esquí o snowboard es un motor económico en el Macizo Central ourensano, en la comarca de Terra de Trives, una de las más afectadas por la despoblación y el envejecimiento. La mitad de la plantilla del complejo, unas 15 personas, sigue en ERTE. En estos dos primeros fines de semana en Manzaneda, no se venden billetes de telesilla para uso turístico, por lo que solo se puede subir a las pistas con forfait, de un día de validez, con precio especial para adulto de 20€ e infantil de 15 euros (hasta 12 años). “Lo que menos han venido son familias, es de los días que menos, pero sí deportistas, no había domingueros a jugar con la nieve”, dice Montaner.