La evolución del COVID-19 en Galicia ha tenido un patrón negativo en las últimas dos semanas, lo que ha obligado a la Xunta a tomar más medidas restrictivas para tratar de frenar las cadenas de contagio. El efecto más negativo es el continuo incremento de la presión hospitalaria, lo que ha llevado a los responsables sanitarios gallegos a suspender algunas operaciones no urgentes con el objetivo de dejar camas libres para posibles ingresos.

En concreto, fuentes sanitarias han confirmado a Europa Press que ya se han suspendido algunas intervenciones en el Hospital de A Coruña, Ferrol y Santiago y que, dependiendo que como evolucionen las cifras, es posible que en las próximas semanas haya que aplazar nuevas operaciones.

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Son, en todo caso, intervenciones no urgentes, sin "riesgo vital", han explicado, garantizando aquellas de urgencias y del ámbito oncológico. Los aplazamientos afectan a operaciones no urgentes que en su postoperatorio pueden requerir el uso de camas de críticos. Con ello, se garantiza que estas camas estén disponibles en la medida de lo posible por si fuesen necesarias para pacientes covid.

En las áreas de Santiago y A Coruña, ha explicado Sanidade, los quirófanos reprogramados serán usados para hacer procedimientos de cirugía mayor ambulatoria --que no requiere ingreso--, pudiendo "aumentar incluso el número de pacientes operados". El resto de la actividad quirúrgica "continúa con normalidad".