Más de tres cuartas partes de las personas hospitalizadas por COVID-19 tienen al menos un síntoma a los seis meses después de infectarse, según un estudio realizado en 1.733 pacientes hospitalizados en un hospital de Wuhan (China), con una medida de edad de 57 años y que habían sido dados de alta en un entre enero y mayo de 2020. Así, el trabajo, publicado en la revista “The Lancet”, ha evidenciado que el 73% de los pacientes aseguraba que seguía teniendo síntomas tras haber superado el COVID-19, siendo el más frecuente la fatiga o la debilidad muscular (63% de los pacientes), así como la dificultad para dormir (26%), ansiedad o la depresión (23%).

Los pacientes que habían estado más grave, a los seis meses de haber iniciado los síntomas tenían una función pulmonar deteriorada y anomalías en el tórax, lo cual podría indicar daño orgánico. Asimismo, en 94 pacientes cuya respuesta inmunológica se midió en el pico de la infección los niveles de anticuerpos neutralizantes se redujeron en más de la mitad (52,5%), lo que generó preocupaciones sobre la posibilidad de volver a infectarse.

Otros órganos

Además, los pacientes con enfermedad más grave obtuvieron peores resultados en la prueba de caminata de seis minutos (que mide la distancia recorrida en seis minutos), con un 29 por ciento de los que se encuentran en la escala de gravedad 5-6 caminando menos que el límite inferior del rango normal, en comparación con 24 por ciento para los de la escala 3 y 22 por ciento para la escala 4.

Los autores del estudio también encontraron que algunos pacientes desarrollaron problemas renales después del alta. Además de los pulmones, se sabe que COVID-19 afecta a otros órganos, incluido el riñón. En este sentido, las pruebas de laboratorio revelaron que el 13 por ciento de los pacientes cuya función renal era normal mientras estaban en el hospital habían experimentado una reducción de su función renal durante el seguimiento.