Lo peor de la masa de aire ártico que durante esta semana congeló prácticamente a toda Galicia aún no llegó. El fin de semana la comunidad gallega soportará las temperaturas más gélidas de la borrasca Filomena, con vientos fuertes del nordeste procedentes de latitudes del Ártico que dejarán una sensación térmica muy baja, con al menos cuatro grados por debajo de lo que marquen los termómetros. La cota de nieve, que durante los últimos días se sitúo en los 500 metros, caerá mañana a los 200-300 metros, dejando folerpas incluso en zonas de costa –como la comarca de A Coruña– y el mercurio marcará valores por debajo de los ocho grados bajo cero, lo que obligará a activar la alerta por bajas temperaturas en media comunidad, según las previsiones de MeteoGalicia.

Para hoy, el litoral de Pontevedra y el área del Miño de Pontevedra (menos de -1º), según las previsiones del servicio meteorológico gallego. “A partir del lunes se recuperará la influencia anticiclónica, se irá retirando esa masa de aire frío hacia el este de la Península”, apunta Alberto Romero desde el servicio meteorológico gallego.

Alberto Romero, Meteogalicia: “A partir del lunes se recuperará la influencia anticiclónica, se irá retirando esa masa de aire frío hacia el este de la Península”

Las temperaturas máximas experimentarán un aumento la próxima semana, sin embargo, los valores nocturnos apenas variarán, por lo que habrá que seguir tirando de la manta y del nórdico para evitar quedarse con los pies y la nariz helados en cama.

La nieve llegó a metro y medio en la provincia de Lugo. | // EFE

Las máximas ayer no pasaron de los 11 grados en la comunidad. Los gorros y las bufandas y, para los más frioleros, las camisetas térmicas, fueron indispensables para salir de casa ayer. Y el fin de semana lo seguirán siendo, hasta hacer llevar capas y capas de ropa para soportar el frío ártico que se agravará mañana y el domingo.

Calvos de Randín registró -11,9º, la más baja de Galicia

En las ciudades, ayer los valores nocturnos se movieron entre los -2º de Lugo y los 2º registrados en A Coruña. Pero hubo localidades del interior y de zonas de montaña que se quedaron por debajo de los cero grados. Las mínimas de la jornada las protagonizaron las localidades ourensanas de Calvos de Randín, Baltar, Viana do Bolo y Manzaneda, con menos de 10 grados bajo cero, según el informe de valores extremos de MeteoGalicia. En Calvos de Randín a las 08.50 horas de ayer, el mercurio cayó hasta los -11,9º. En Baltar, solo un grado superior, -10,9 grados a la misma hora y en Viana do Bolo, -10,3 grados a las 08.40 horas. En la estación meteorológica de Manzaneda también se alcanzaron temperaturas por debajo de los 10 grados bajo cero: -10,2 grados.

Para hoy no se esperan cambios significativos, con vientos del norte que seguirán trayendo aire muy frío. Media Galicia continuará en alerta por bajas temperaturas: en nivel naranja el sur de Ourense por valores por debajo de los 8 grados bajo cero y en riesgo amarillo las montañas de Lugo y Ourense (menos de -6 grados), el sur de Lugo y Valdeorras (-4 grados) y el litoral de Pontevedra y el área del Miño de Pontevedra (menos de -1º), según las previsiones del servicio meteorológico gallego. Los cielos estarán más despejados en la mitad sur y con más nubes al norte. Y cuanto más al norte se registrarán chubascos aislados y ocasionales, más probables por la noche, de nieve en cotas en torno a los 300-400 metros. Las temperaturas no sufrirán hoy cambios, por lo que se continuará con heladas durante la madrugada y máximas frías. El viento soplará flojo de componente norte, aumentando de intensidad por la noche.

Mañana sábado, Galicia se congelará todavía más debido a los vientos fuertes del nordeste. La comunidad se quedará en una situación intermedia entre las altas presiones del Atlántico y la borrasca del Mediterráneo. Esta configuración propiciará la formación de un corredor de vientos del norte que dejarán aire aún más frío que el de jornadas anteriores. Así, se esperan cielos parcialmente nublados. El domingo Galicia quedará bajo la influencia de las altas presiones, con vientos intensos del nordeste.