China está vacunando a miles de personas al día para cumplir con el objetivo de completar la inoculación a personas con riesgo alto de contagio del COVID antes de que comience el período vacacional del Año Nuevo lunar, el próximo 12 de febrero. El plan prevé vacunar a 50 millones de personas antes de la considerada como mayor migración humana anual en el mundo, que se produce durante esa festividad, informó el diario privado hongkonés South China Morning Post y confirmó posteriormente el diario oficial Global Times.

Pekín, donde se vive uno de los pequeños rebrotes que van en aumento en el país en los últimos meses, ya ha administrado la vacuna a más de 73.500 personas desde que se inició la campaña de inoculación masiva el pasado 1 de enero, según la agencia estatal Xinhua.

El proceso, que se lleva a cabo en un total de 220 centros de la capital, dura unos 50 minutos, de los que 30 se dedican a “la observación médica” tras la inyección. En esas instalaciones se han desplegado respiradores artificiales, desfibriladores o ambulancias por si se produjera alguna reacción adversa grave. Según las autoridades sanitarias del país, solo dos personas de cada millón que han recibido la vacuna han presentado síntomas graves como alergias.

En algunas zonas se está llevando a cabo un seguimiento de la temperatura corporal y del estado general de salud de los vacunados durante siete días.