El “día de la salud” o a probar suerte en el Sorteo del Niño. Tópicos propios de cuando la fortuna es esquiva en la Lotería de Navidad y que ayer se repitieron en todas las casas de O Morrazo y en las administraciones de lotería. No en vano, fue el sorteo que menos dinero dejó en la comarca desde el año 2015. Eso sí, las llamadas pedreas y los reintegros no pasaron de largo y en algunos despachos aseguran que al final repartirán bastante dinero.

“La gente va a recuperar bastante, porque tenemos tres números abonados y otro completo que acaban en 7, de los que se vendieron todos los décimos”, apunta Andrea Fonseca desde la Administración La 2, de Cangas. También vendieron números acabados en 95 que se llevan un pellizco. Entre los colectivos cangueses que resultaron agraciados está la Asociación de Diagnosticad@s de Cancro de Mama (Adicam), con 20 euros por participación.

En Moaña la administración de loterías estaba ayer pendiente de revisar todas las pedreas para ver cuánto dinero repartieron “ya que no pudimos dar ninguno de los grandes premios”. El mismo panorama se repetía en Bueu, donde el Gordo paró hace dos años gracias a dos décimos comprados en la librería Abrente. Sin embargo, ayer la fortuna pasó de largo y ninguno de los premios importantes recayó en el municipio. Vecinos y asociaciones deberán conformarse con participaciones, pedreas y con lo que hayan podido “rascar” en décimos adquiridos en otros lugares.

Desde 2015 el sorteo de la Lotería de Navidad siempre dejaba algún décimo de peso vendido en O Morrazo, aunque fuese a través de terminal y en algún caso comprado por turistas que residen fuera de Galicia. El año pasado, sin ir más lejos, en el Bar Stop de O Hío se había vendido un décimo de un quinto premio agraciado con 6.000 euros.

Hace dos años la fortuna sonrió en Bueu, concretamente en la Librería Abrente, que repartió 800.000 euros entre dos décimos de El Gordo que se adquirieron en este despacho mixto.

En 2017 no se vendieron grandes premios en las administraciones de la comarca pero una familia de Cangas sí que se llevó un décimo del Gordo y una trabajadora del Concello de Moaña celebró que había comprado otro del segundo premio.

En 2016, por su parte, había comenzado la racha de buena suerte para la comarca en el gran sorteo de loterías anual. La racha que se cortó ayer. Entonces la fortuna sonrió en Moaña y en Bueu con la venta de seis décimos del segundo premio y seis de un quinto. Aquel año se repartieron un total de casi 300.000 euros por números vendidos en el Bar Pósito de Moaña y en Casa Quintela de Bueu. Hay que remontarse por lo tanto al año 2015 para ver un sorteo tan esquivo con O Morrazo.

Los loteros esperan ahora que los reintegros y pedreas atraigan a muchos clientes que prueben suerte para el Día de Reyes. “Este año se adelantaron las compras para el 6 de enero, seguramente por temor a que nos vuelvan a encerrar”, explican desde un despacho cangués.

Las esperanzas se centran ahora en que El Niño sea más generoso

Si El Gordo de la Navidad pasó de largo la esperanza ahora es que El Niño sea un poco más generoso. En Bueu ya tienen experiencia porque en el año 2012 se vendió el segundo premio de este popular sorteo, que en aquel entonces recayó en el 92.225. En la administración de lotería de esta localidad son abonados al 28.786, un número que para el sorteo de Navidad estaba agotado desde agosto y que ya es imposible de conseguir para el sorteo del 6 de enero.

Muchos de los que han conseguido alguna pedrea o un reíntegro en la jornada de ayer aprovecharán para “reinvertirlo” en El Niño, con la esperanza de que esta vez la suerte sea un poco más favorable y poder disfrutar de unos Reyes más espléndidos.