Trabajadores de Industrias Teixidó, ayer, tras conocer que habían ganado el primer premio. | // S. SÁEZ/EFE

Esteban y clientes de su bar de Salamanca, celebrando el premio. | // EFE

Un Gordo poco madrugador riega de millones la costa de Huelva y repite en Reus

Al Gordo le costó ayer abrirse paso entre las 1.807 bolas con las que compartía el bombo de los premios del tradicional Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Más indeciso que hace un año –cuando su “despertar” tempranero cogió a todos por sorpresa apenas unos minutos después de iniciado el sorteo–, el primer premio se dejó caer esta vez dos minutos después del mediodía. Alexander René Herrera estaba allí en pie para recibirlo y advertir, primero con su mano sobre el sexto alambre de la sexta tabla y luego con su voz, de su llegada al Teatro Real de Madrid.

Unai Barón Maldonado, su compañero, había cantado el número, el 72897, y en España la ilusión, que unos transformaron en deseos de buena salud, se desbordó en cientos de casas, la mayoría en Punta Umbría (Huelva) y Reus (Tarragona), que se repartieron a partes iguales 480 millones (400.000 euros por cada uno de los 600 décimos del número premiado que se vendieron en ambas localidades).

No fueron estos los únicos puntos del país a los que sonrió la fortuna del Gordo, que salpicó millones en Galicia (con décimos vendidos en Vigo, O Porriño y O Grove), así como en Madrid, Bilbao, Granada, Cáceres, Córdoba, Salamanca, Zamora y diversas localidades de León, Santa Cruz de Tenerife, Alicante, Cádiz, Las Palmas, Murcia, Tarragona, Oliva o Valencia.

A pesar de ello, las tradicionales celebraciones, con abrazos y brindis con cava en las puertas de las administraciones, fueron menos multitudinarias que otros años, ya que los premiados, en su mayoría, se contuvieron y, siguiendo las indicaciones sanitarias, no acudieron a los puntos de venta.

En Punta Umbría, la titular de la única administración de lotería de la localidad, Carolina Vázquez, se se mostraba tras el sorteo “muy contenta” porque es “la primera vez” que dan un premio de este sorteo, tras más de 50 años de historia. Vázquez señaló además que, “con lo malo que ha sido el año”, ha sido “una alegría” poder dar este premio.

El premio cambiará la suerte, por ejemplo, a una familia del municipio onubense con todos sus miembros en paro y sin ingresos desde hace tres años, que llevaba tres décimos del Gordo que les reportarán 1,2 millones de euros. Así lo relataba ayer a Europa Press Emiliano Martín, técnico electrónico, que lleva tres años sin trabajar y que cuida de su esposa, que padece una enfermedad rara. El dinero, dijo, les viene “estupendamente” y ayudará a buscar tratamientos para su mujer, así como para poder viajar “cuando se pueda” y, sobre todo, les ayudará a “estar más tranquilos”.

Martín explicó que su suegro compró cinco décimos este verano, en el mes de julio, de los cuales tres son para su familia y otros dos fueron para Madrid, al tiempo que indicó que ha sido su propio suegro el que les ha ayudado a subsistir durante este tiempo que no ha podido trabajar.

El premio de Punta Umbría llegó también a Salamanca de la mano del dueño del bar El Cossio que compró como otros años unos 30 décimos cuando estaba allí de vacaciones. No sabía, claro que volvía a casa con el Gordo en la maleta y que iba a repartir unos doce millones de euros entre familiares, amigos y clientes.

A la misma hora, las calles de Reus desbordaban alegría y debajo de las mascarillas de sus vecinos se intuían más sonrisas que las habituales porque la ciudad repitió suerte al hacerse de nuevo con un pellizco del gordo de Navidad, 240 millones de euros repartidos a través del número 72897.

La administración de lotería La Pastoreta, situada en la plaza del mismo nombre, fue el epicentro de la celebración, como lo fue el año pasado el centro aragonés El Cachirulo de la misma ciudad, que repartió 320 millones también del Gordo.

Botellas de cava descorchadas, como es tradicional, la mascota de la administración –un cabezudo vestido de pastorcilla– dando brincos de alegría y fotografías por doquier para celebrar que el despacho lotero de Òscar Bausà vendió 600 décimos del primer premio del Sorteo Extraordinario de Navidad.

Pocos agraciados se acercaron al lugar, solo Victoria Pérez, que aseguró tener un décimo que le compró una amiga que trabaja en Industrias Teixidó de Riudecols, cuyos trabajadores repartieron más de 200 millones porque vendieron unos 500 décimos del Gordo comprado en Reus.

Fue el comité de empresa de esta industria de alta precisión para la automoción y la electrónica, con sede social en Reus pero con fábrica en Riudecols (Tarragona), el que repartió unas 50 series del 72897. La alegría fue intensa ayer por la mañana en Industrias Teixidó, como la manifestada por Jordi Valero, que no olvidará los gritos que escuchó desde su despacho. Al salir de la estancia, ya se ha cruzado con gente llorando, otros riendo y otros cantando. "Ya he pensado de qué era y me he puesto muy contento", confiesa.

Como ya hizo el año pasado, cuando llevaba un número distribuido a través del centro aragonés el Cachirulo de Reus, que repartió 320 millones, volverá a repartir el dinero entre sus familiares y acabará de pagar el apartamento que compró entonces.

Pero no todos los 450 trabajadores habían adquirido décimos al comité de empresa. Dos de ellos, sin querer dar sus nombres, indicaron que no tenían, el primero porque es de los que cree que nunca toca. “Te puedes imaginar cómo me siento ahora”, apostilló cabizbajo.

Su compañero, reconoció que sí suele comprar, pero que le pasaron los días y no lo llegó a hacer. “Viendo el pellizco que ha llegado hoy aquí se me queda cara de tonto”, concluyó.

Pero no solo dio alegrías el Gordo. El 06095, que obtuvo el segundo premio, dotado con 1.250.000 euros a la serie (125.000 euros por décimo), fue uno de los últimos en salir y estuvo muy repartido por la costa mediterránea: Cataluña, Murcia y Comunidad Valenciana.

En esta última autonomía se quedaron 111 millones de euros, la mayor parte en la localidad valenciana de Gandía (56 millones), Pinoso (36 millones) y Crevillente (10 millones), ambas en la provincia de Alicante.

El 52472, tercer premio, dotado con 500.000 euros por serie (50.000 euros cada décimo), se repartió por toda España, especialmente en varias administraciones de Cataluña, pero fue en Barbate (Cádiz) donde más dinero dejó: 45 millones de euros.

El 75981, agraciado con el primero de los dos cuartos premios, dotados con 200.000 euros a la serie (20.000 euros al décimo), se vendió, entre otras localidades, en San Pedro del Pinatar (Murcia), Cambados (Pontevedra), Granada, Villaviciosa (Asturias), Toledo, Plasencia (Cáceres), Fuenlabrada (Madrid), Madrid y Segovia.

El segundo cuarto, que recayó en el 38341, repartió 14 millones de euros entre las poblaciones valencianas de Faura, Meliana y Almàssera. Se vendió también en Vigo, Madrid, Roquetas de Mar (Almería), Cascante (Navarra) o Zaragoza, entre otros sitios.

Alcañiz se llevó íntegramente los 10,3 millones de euros de uno de los quintos premios, el 49760, el cuarto por orden de salida. Otro de los quintos, el 55483, dejó 7,2 millones de euros en la localidad vizcaína de Bérriz. También, el 86986 repartió 3,8 millones de euros en la Comunidad Valenciana.

Una parte del primer quinto premio. el 86986, repartió 1,5 millones de euros entre Cornellà de Llobregat y L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona).