Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Navidades con la morriña a cuestas

Cientos de familias renuncian a volver a Galicia estas fiestas por la pandemia de COVID-19

Navidades con la morriña a cuestas

Centenares de gallegos en el extranjero renuncian, en este año de pandemia, a volver a Galicia para pasar estas fiestas. Lo hacen por responsabilidad, por salvaguardar la salud de los suyos, pero con el corazón roto y con la esperanza de que las vacunas permitan el ansiado reencuentro familiar la próxima primavera o verano. Algunos han sido padres y su ilusión era venir a Galicia para presentar sus nuevos hijos a la familia, caso de las viguesas Andrea González Manzano –que reside con su marido Borja y sus dos hijos en Singapur­– y Vanesa Álvarez, que comparte vida con Marcos de la Fuente en Nueva York.

Para el vigués José Ramón García y su mujer, la cambadesa Ramona Costa Rey, las navidades de este año iban a ser las primeras en Galicia desde que hace 50 años se instalaron en la ciudad alemana de Fankfurt, pues hasta ahora solo tenían vacaciones en verano y era cuando aprovechaban para viajar y visitar a la familia. Desde EEUU la tenista viguesa Gisela Amor mira con morriña hacia Galicia, mientras en casa de Pablo Martínez Pacheco y Sandra Castro, naturales de A Guarda, un Elfo hace ya las delicias de los dos pequeños de la familia, que echan de menos las vacaciones en la tierra de sus padres.  En el domicilio británico de Jaione Pagazaurtundua y José Luis Carrizo el pequeño Nico es, de sus tres hijos el que peor lleva no venir este año. Su cumpleaños es el 5 de enero, lo juntaba con Reyes y ahora está triste porque no verá a sus primas, explica su madre.

Pero la morriña de los miles de gallegos que renuncian a viajar en estas fechas por el COVID-19 se verá mitigada en parte con tradiciones como árboles, luces y belenes en sus hogares y menús gallegos para las celebraciones. Pero también con los miles de paquetes que sus familiares envían desde Galicia a los cinco continentes para acercar a los ausentes a su tierra.  Al turrón, los polvorones y las latas de conserva con productos de la tierra, como mejillones o navajas, se suman otras exquisiteces como las vieiras que desde A Guarda están ya en casa de Sandra Castro en Baviera o el jamón que espera ser colocado en el jamonero en casa de los Carrizo. Vanesa Álvarez incluirá en su mesa en Nueva York pulpo a feira (cerca de su casa en Brooklyn tiene una tienda que vende cefalópodos gallegos) y José García anuncia como menú bogavante y pavo relleno. Muy emocionado recuerda a su madre, que vive en Vigo, y a sus tíos, así como a su familia cambadesa: “Aunque tan lejos, los llevo en el corazón”, dice. Un sentimiento que comparten los demás entrevistados.

“Las fronteras siguen cerradas pero hay que estar contentos porque estamos todos sanos”

Familia García Oliveros-González Manzano - Singapur

decoration

Familia García Oliveros-González Manzano - Singapur Cedida

“Aquí las fronteras siguen cerradas, pero tenemos que estar contentos porque aunque no podamos reunirnos este año estamos todos sanos. Además, tenemos un niño de 3 años, Borja, emocionadísimo con la Navidad y una niña de algo más de un año Susana, a quien queríamos llevar a Galicia estas Navidades para que la conozca la familia, pero no es posible”. Así resume su situación la viguesa Andrea González Manzano que vive con su marido Francisco de Borja García Oliveros en Singapur hace casi un año, aunque antes estuvieron cuatro años en Pekín. Allí nació su hijo , que conoce a la familia español porque hablan casi a diario pro las redes sociales.

Familia García Oliveros-González Manzano - Singapur Cedida

Salir sin permiso del país puede resultar muy caro, ya que podrían no dejarte regresar y sino hay que asumir una cuarentena de 15 días de hotel, unos 2.000 dólares que paga el confinado. A casa de Andrea y Borja han llegado ya los paquetes que enviaron sus padres por correo con embutidos, turrón de chocolate, duro y cosas para los niños. “Aquí hay turrón El Almendro, distinto al de España, pero cuesta 90 dólares la tableta”, apunta Andrea. También y desde octubre, tienen ya los regalos que adquirieron por comercio electrónico.

“Cenaremos pulpo a feira y tomaremos las uvas dos veces, una online con la familia”

Familia De la Fuente-Álvarez - Nueva York

decoration

Familia De la Fuente-Álvarez - Nueva York Cedida

León tiene apenas tres meses y medio pero sus padres han decorado su casa de Nueva York con luces y un árbol de Navidad. “Lo hemos hecho por el niño, pero lo cierto es que apenas se entera. Le llevaremos también a ver el árbol del Rockefeller Center”, ríe Vanesa Álvarez.

La diseñadora gráfica viguesa, artista visual y pintora de murales, reside en Nueva York con su pareja, el poeta Marcos de la Fuente. Son los creadores organizadores del festival Keoruac, con sede en Vigo. “En cualquier caso tendríamos mucha pena y morriña por no ir en Navidad, pero ahora la pena es doble, queríamos presentar a nuestro hijo. Nosotros no vamos por responsabilidad. Es lo que debemos hacer aunque nos muramos de ganas”, dice Vanesa.

Vanesa Álvarez y Marcos de la Fuente con su hijo León en Nueva York. Cedida

Aunque en EEUU no hay límite de personas para reunirse porque atentaría contra la Constitución, Vanesa y Pablo se ven con amigos en exteriores y con mascarilla. “Voy a preparar un pulpo a feira y en Fin de Año nos reuniremos con una familia valenciana y tomaremos dos veces las uvas: a las 6 de la tarde con nuestra familia en España online y posiblemente a las 24.00 hora de Nueva York otra vez” , relata Vanesa.

“Haremos zoom con la familia en España porque aquí se endurecieron las restricciones”

Familia Carrizo- Pagazaurtundua - Reino Unido

decoration

Familia Carrizo- Pagazaurtundua - Reino Unido Cedida

La viguesa Jaione Pagazaurtundua y su marido José Luis Carrizo son ingenieros de Telecomunicaciones y viven en un pueblecito al Oeste de Londres con sus tres hijos: Sofía de 14 años, Alicia de 11 y Nico, de 7 que cumple 8 el próximo 5 de enero. “Nuestras Navidades son españolas y con villancicos en los colegios de los niños aunque este año por el COVID no pudimos ver la actuación y la colgaron en Facebook. Somos católicos pero vamos a la iglesia anglicana el Día de Nochebuena porque las Navidades en este pueblecito son preciosas. Desde hace tres años pasábamos Nochebuena aquí y el día 27 nos íbamos a España. Mi hijo celebrara su cumpleaños, que se le juntaba con Reyes. El pobre está muy disgustado porque no va a ver a sus primas”, relata Jaione.

El matrimonio está con teletrabajo desde marzo, y este año la familia puso el árbol de Navidad “antes de tiempo”. “Acaban de endurecer las restricciones y pasamos a nivel 3. Cierran comercios, hostelería –que estuvieron cerrados todo noviembre, incluidas peluquerías–. Ahora no podemos ver a nadie dentro de casa durante dos semanas, aunque en Navidad permiten a tres núcleos familiares hacer una burbuja del día 23 al 27, y no ver a nadie más. Nosotros en las fechas señaladas estaremos solos. Haremos zoom con mi hermano, con mis suegros y con nuestra familia en España y nosotros aquí. Después algún día, intentaremos ver a unos amigos españoles”, explica Jaione. La familia está contenta porque acaban de recibir un paquete donde les envían turrón duro, blando y de chocolate. Pero la pieza mas codiciada es el jamón que se llevaron de España en verano y está guardado para sacarlo estas fiestas.

  • Eclosión de PCR privados por Navidad

    Laboratorios de la ciudad disparan su actividad a las puertas de las comidas familiares | Povisa incorpora nueva maquinaria para hacer frente a elevada demanda de pruebas

“Recibir un paquete de mi madre es un chute de energía”

Gisela Amor y Weber - Tensesse , EEUU

decoration

Gisela Amor y Weber - Tensesse , EEUU Cedida

Gisela Amor es una tenista de Vigo que viajó a EEUU con una beca deportiva en 2013. Recorrió varias ciudades y estudió Dirección y Administración de Empresas. Ahora trabaja y vive en Levanon, Tennessee, tras finalizar un máster el pasado mes de mayo. Va a pasar las fiestas lejos de su familia, aunque acompañada por su novio Weber, un joven brasileño que tampoco puede viajar a su país:_“Me encanta Navidad, estar en familia, pero no puede ser. Mis padres son lo mejor que tengo y para hacer la situación más llevadera compré un arbolito chiquito y lo decoré, también la casa como pude. En Vigo siempre ponemos el Belén, iba con mi padre a buscar musgo y siento morriña”.

Con otros amigos internacionales celebrarán la Nochebuena y el día de Navidad abrirán los regalos. Cenaremos el 24 y el 25 abriremos los regalos. “Posiblemente prepararemos cada uno un plato típico de su país. En mi casa de Vigo siempre tomamos marisco, pero aquí no hay y me conformaré con un poquito de jamón, o embutidos de aquí que no son muy buenos”, explica.

Sí ha recibido ya un paquete de su madre y otra va en camino: “Estoy ansiosa por recibirlo, es un chute de energía, no solo la ropa y mis dulces favoritos, también la carta que incluye me alegra un poquito”. En cuanto a restricciones, Gisela indica que nunca han sido como en España: “Nunca estuve encerrada en casa y la mascarilla, si no la llevas no pasa nada”.

“Aquí tenemos familia, pero pasaremos las fiestas solos”

Familia Martínez-Castro - Kaufbeuren, Baviera

decoration

Sandra y Pablo son sus hijos Yoel e Irene. Cedida

Sandra Castro y Pablo Martínez Pacheco son de A Guarda pero viven en Kaufbeuren en Baviera, donde nacieron sus dos hijos Yoel e Irene, de 5 y 3 años. Se fueron por trabajo a Alemania y aunque allí tienen familia este año celebrarán la Nochebuena y la Navidad los cuatro. “Con las restricciones solo se permiten reuniones de cinco adultos mayores de 14 años y dos familias distintas. Así que hemos decidido pasarlas solos. Tuvimos casos de coronavirus dentro de la familia. Además había que hacer cuarentena y los niños no podrían volver a la guardería. Así nos exponemos menos”, resume Sandra.

  • Las guarderías cerrarán a partir del 28 de diciembre y hasta el 3 de enero

    Política Social cambia el calendario de las escuelas infantiles para adaptarlo a las vacaciones escolares y facilitar la conciliación

El matrimonio trabaja en la misma fábrica desde que con la pandemia la anterior empresa de su marido sufrió recortes. Sandra dispone de un salvoconducto para poder acudir a primer turno de la mañana porque tienen toque de queda. Además de adornar un árbol, este año ha conseguido al fin un Belén, aunque de juguete y prepara ya el menú: vieiras que le llevaron sus padres en un viaje, y carne asada. También tiene ya los postres: recibió un paquete desde Galicia con turrones, galletas, latas de conserva y regalos para los niños. “Mi marido y yo hemos vivido todas las Navidades en A Guarda, excepto cuando nació mi hijo. Pero hay que ser responsables y pido a mi familia y amigos que no hagan tonterías”, concluye Sandra.

El paquete que llegó de Galicia Cedida

“Decoramos la casa y nuestro menú siempre es a la gallega”

Familia García-Costa Rey - Frankfurt

decoration

Familia García-Costa Rey - Frankfurt Cedida

El vigués José Ramón García y su mujer, la cambadesa Ramona Costa llevan ya medio siglo de vida en Alemania. Este año, por primera vez, habían pensado regresar por Navidad a Galicia pero la pandemia truncó sus planes. “Nunca fuimos porque aquí las vacaciones las daban en verano. Mis padres estuvieron también en Alemania 40 años . Celebraremos las fiestas con nuestro hijo Adrián y su novia, y con mis cuñados que viven a 300 metros de nuestra casa”, explica José Ramón que es autónomo. Y es que están prohibidas las reuniones de más de 10 personas en casa y hay toque de queda, así que su hijo y la novia se quedarán a dormir.

La decoración navideña de José Ramón y Ramona Cedida

 Todos los años adornan su casa y su menú “siempre es a la gallega”, asevera el vigués, que anuncia que comerán bogavante, gambas al ajillo, pulpo a feira y pavo relleno. “No nos falta de nada. Tenemos cerca un negocio que montó hace 30 años un matrimonio de A Coruña con suministros españoles: vino, turrón, champán, higos ... “, explica.

“Me gustaría enviar un mensaje a mi madre que está en Vigo y a mis tíos que viven en el piso de abajo, así que no estará sola, pero también a mi familia de Cambados: Que lo pasen bien y que se cuiden mucho. Más vale por el momento cuidarse y así nos podremos volver a ver”. 

Compartir el artículo

stats