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Illa alerta del inicio de la tercera ola y expertos gallegos demandan medidas más drásticas

Los gallegos podrán moverse por la comunidad para reencontrarse con familia y allegados y recibirán visitas de fuera | Madrid, Cataluña y Asturias también endurecen sus planes

Una sanitaria con una mascarilla en la mano. | // FDV

La evolución de pandemia está experimentando un “cambio de tendencia” y la situación es “preocupante”, Así lo reconoció ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien advirtió: “Podemos estar al inicio de la tercera ola si no se toman medidas adecuadas”, advertencia que refrendan los epidemiólogos gallegos, que temen que la mayor movilidad en las fiestas navideñas, las aglomeraciones en centros comerciales y vías públicas por las compras típicas de estas fechas y las reuniones familiares disparen los casos de coronavirus y las muertes, y aumente la presión sanitaria de aquí a Fin de Año.

Illa: "Se mantiene el plan de Navidad, pero aquellos que tengan que ser todavía más estrictos, lo pueden hacer"

Illa: "Se mantiene el plan de Navidad, pero aquellos que tengan que ser todavía más estrictos, lo pueden hacer" Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

"Nos interesaría llegar a Nochebuena y Navidad con el número de casos activos lo más bajo posible porque esto esta muy asociado con lo que pueda pasar después”

Alberto Ruano - Profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la USC

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“El riesgo de rebrote va a estar directamente relacionado con la incidencia de COVID-19 de cada comunidad y de cada área sanitaria dentro de esa comunidad. En el caso de Galicia, llevamos varios días con una fase de meseta, en la que los casos activos, que estuvieron descendiendo bastante, ni están aumentando ni descendiendo, e idealmente nos interesaría llegar a Nochebuena y Navidad con el número de casos activos lo más bajo posible porque esto esta muy asociado con lo que pueda pasar después”, explica Alberto Ruano, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela  (USC).

Con los datos en la mano –la incidencia acumulada, se sitúa ya en los 207 casos por 100.000 habitantes–, a los epidemiólogos no les duele en prendas reclamar medidas más restrictivas, como ya están haciendo gobiernos de otros países, como Alemania y Países Bajos, para evitar una más que probable tercera ola a mediados o finales de enero. De hecho, no descartan que pudiesen endurecerse de aquí a Navidad si la tendencia continúa siendo al alza.

El ministro de Sanidad aplaudió ayer el endurecimiento de medidas adoptado ya por algunas comunidades y pidió “máxima prudencia” a la población. “No vaya a ser que celebrando la Navidad lloremos en Reyes”, dijo Illa.

“La consigna tiene que ser: cada uno en su casa”

Francisco Caamaño - Profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Pública de la USC

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Los epidemiólogos no son menos rotundos. “Vamos mal, muy mal”, sostiene Francisco Caamaño, profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Pública de la USC, para quien en las medidas para evitar la propagación del virus no valen medias tintas.

“La consigna tiene que ser: cada uno en su casa”, asegura el experto, para quien otro mensaje solo sirve para crear confusión. “Se trata de evitar contagios porque no podemos olvidar que hay un un importante porcentaje de asintomáticos, que pueden ser determinantes en lo que pase estas navidades”, dice.

El frío también se alía con el virus al bajar las defensas y favorecer los aerosoles

Para Juan Gestal, epidemiólogo y profesor emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública de la USC, la situación es “muy seria”. “Ya estamos viendo que se está produciendo un repunte, efecto del puente de diciembre. Esta enfermedad tiene una característica, que ya vimos en el SARS de 2002: en su transmisión tienen un papel muy importante los supercontagiadores, personas con una carga viral muy alta que contagian y que son responsables de esos brotes más explosivos, y luego están los eventos de supertransmisión: fiestas, reuniones familiares, concentraciones de gente. Pues bien, ahora vamos a tener una sucesión de estos eventos: Nochebuena, Navidad, Fin de Año, Año Nuevo y Reyes. Y por el medio, las compras, por lo tanto, posibilidades de aglomeración de personas, con lo que los casos aumentarán”, advierte.

"Ahora vamos a tener una sucesión de estos eventos: Nochebuena, Navidad, Fin de Año, Año Nuevo y Reyes. Y por el medio, las compras, por lo tanto, posibilidades de aglomeración de personas, con lo que los casos aumentarán”

Juan Gestal - Epidemiólogo y profesor emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública de la USC

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Al comportamiento en estas fechas, hay que sumar las condiciones climatológicas, que también juegan en contra. “Hace más frío, por lo que nos disminuyen las defensas de los epitelios y la humedad relativa más baja favorece la formación de aerosoles, lo que facilitará la transmisión del virus”, advierte el especialista, que urge medidas más duras. “Si queremos no ya evitar, sino reducir esa ola de enero habría que tomar medidas más drásticas”, sostiene.

Los epidemiólogos gallegos apelan a la prudencia y a la responsabilidad a la población para que las fiestas no nos resulten indigestas. Y, al ser posible, limitar las reuniones a convivientes.

Feijóo descarta nuevas restricciones por ahora mientras Valencia cierra a cal y canto

Los gallegos podrán moverse por la comunidad para reencontrarse con familia y allegados y recibirán visitas de fuera E Madrid, Cataluña y Asturias también endurecen sus planes

La Comunidad Valenciana ha sido una de las autonomías en tomar una de las medidas más extremas de las que están encima de la mesa para atajar el avance del COVID-19. ¿Cuál? Blindar la comunidad. Valencia cierra por Navidad hasta el 15 de enero y ni familiares ni allegados podrán ir a pasar las fiestas con su familia.

En cambio, Galicia mantiene su intención de un cierre perimetral parcial, permitiendo la entrada de familia y cercanos, tal como propuso el Ministerio de Sanidad. El propio Alberto Núñez Feijóo explicó ayer además que para las fiestas de Navidad a partir del 23 de enero se permitirá la movilidad en los concellos que ahora están confinados para que puedan desplazarse y celebras con los suyos las fiestas más familiares del año. Hay municipios en Galicia, de los que no se puede salir salvo por contadas excepciones, por ejemplo Baiona o Santiago, y municipios que conforman almendras y tiene restringidos los movimientos a los consistorios de su alrededor y con la misma situación epidemiológica.

Feijóo,a preguntas de los periodistas, remitió a la reunión del Comité Clínico del lunes para saber si habrá nuevas restricciones y seguirá la estela de Valencia, Asturias, Cataluña y Madrid que han endurecido su plan inicial para la Navidad. Aseguró que en el comité se estudiarán “los datos últimos” para concretar “cuáles son las propuestas”. La Xunta presentó su plan el jueves.

“La Navidad dura mucho, estaremos hasta el día siete con periodos de fiesta, quedan semanas hasta el siete de enero”, manifestó Feijóo, que abogó por “ir por partes” y “evaluar la situación epidemiológica en cada área sanitaria y tomando decisiones al respecto”.

Otra comunidad con un severo plan para frenar el avance del COVID-19 es Cataluña. El Govern anunció ayer nuevas limitaciones porque no cesa de aumentar la velocidad de transmisión del contagio en ese territorio. Es de 1,41, es decir 100 personas pueden infectar a 141.

La marcha atrás catalana afecta especialmente a la restauración, que solo podrá dar servicio en el local en dos franjas horarias, desde las 7.30 a 9.30 para los desayunos y entre la una del mediodía y las 15.30 para las comidas. Al margen de esas franjas, solo funcionarán los establecimientos que tengan servicio de entrega a domicilio o para llevar.

La movilidad también será más limitada que en Galicia, pues se restringe al ámbito comarcal, con la excepción de desplazamientos de una burbuja de convivencia que lo podrá hacer fuera de ella si, por ejemplo, va a una segunda residencia o tiene una reserva en un hotel.

También Madrid se lo ha pensado mejor y ha endurecido alguna de sus medidas, tras volver al nivel de riesgo extremo. Así reduce de diez a seis personas el número máximo en las reuniones de Navidad. Por su parte, Asturias obliga a hacerse una PCR a todas las personas de entre 18 y 30 años que vuelvan a la comunidad durante estos días festivos y que vayan a convivir con mayores de 65 años o personas vulnerables.

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