Si las primeras vacunas que lleguen a España requieren una cadena de ultracongelado (deben estar a -70ºC), como es el caso de la de BioNtech/Pfizer, la selección de grupos prioritarios para vacunarse puede verse afectada, según expertas del Grupo Colaborativo Multidisciplinar de Seguimiento Científico de la COVID-19 (GCMSC).

Silvia de Sanjosé y Adelaida Sarukhan, científicas del GCMSC, han hecho una propuesta para seleccionar a quién se tiene que vacunar primero cuando lleguen las vacunas anticovid. Tras advertir que el número de dosis disponibles en los primeros meses será limitado, las científicas han publicado un informe sobre cómo ha de hacerse la vacunación y distribuyen las prioridades de vacunación en ocho grupos. Señalan que debe comenzarse por el personal sanitario, de primeros auxilios y las personas de más de 80 años y ancianos institucionalizados. El tercero estaría formado por los mayores de 65 años y el siguiente por personas con comorbilidades–diabetes tipo 2, cardiopatía coronaria, EPOC, enfermedad renal crónica, obesidad, quimioterapia, inmunosupresión.

El quinto grupo en vacunarse, según estas expertas, llevaría a aquellas personas institucionalizadas y en riesgo de exclusión social que se encuentran en prisiones o centros de refugiados. El siguiente grupo acogería al personal esencial en transporte, educación o alimentación, el séptimo los mayores de 55 años y el octavo el resto de población.

La propuesta del GCMSC sugiere que “las personas con evidencia de infección previa por SARS-CoV-2 (PCR, test de antígenos o serología) no tienen que ser consideradas como prioritarias en el acceso a las vacunas”.

Pese a esta priorización, las científicas advierten que la logística de las vacunas que necesitan de ultracongelación en su transporte y almacenamiento pueden condicionar que pueda llevarse a cabo la vacunación de acuerdo al orden establecido.

“Las vacunas van del avión a un almacén central, desde donde se distribuyen a almacenes descentralizados en comunidades autónomas con camiones ultracongelados. Luego hay que llevarlas a los centros de vacunación, pero en España no hay ultracongeladores disponibles fuera de hospitales y universidades”, advierten los investigadores.

Para mantener la temperatura, Pfizer facilita una caja que acomoda 200 viales (5 dosis por vial) y una vez se abre la caja, las mil dosis tienen que administrarse en 5 horas.

“Esta vacuna será por lo tanto más difícil de administrar en el sistema de atención primaria y por supuesto muy difícil de administrar en atención domiciliaria a los mayores de 80 años que no viven en residencias”, avisa el GCMSC.