La pandemia de coronavirus ha disparado el uso de antibióticos en los hospitales españoles. Solo en marzo, la utilización de estos fármacos aumentó un 11,5%, según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, que revela que siete medicamentos de este tipo registraron récord de consumo en ese primer mes de azote del coronavirus y alerta del riesgo de que este incremento aumente las resistencias a los antibióticos, considerado el mayor problema sanitario de la humanidad para la ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta que llegó el COVID-19.

El estudio de la Complutense, publicado en la revista de la Sociedad Europea de Microbiología, alerta de que nunca antes se habían registrado consumos tan altos de ciertos antibióticos. Es el caso de la acitromicina cuyo uso aumentó un 400%, pero también se disparó la prescripción hospitalaria de doxiciclina (+517%), cefditoren (261%), ceftriaxona (204%), colistina (145%) o linezolid (189%), entre otros.

El incremento en el uso de antibióticos se debe principalmente a dos fármacos concretos que se utilizan en infecciones respiratorias. “Solo en esos dos casos el uso se multiplicó por dos y por cuatro, en el resto de familias hay subidas o bajadas pero dentro de lo normal”, explica el farmacéutico gallego José María Gutiérrez, quien reconoce que el aumento está claramente ligado al coronavirus. “Pese a que los antibióticos no actúan frente a los virus y en principio no deben usarse con ellos, los pacientes con coronavirus son más susceptibles de presentar una coinfección bacteriana y el problema es que muchas veces es difícil o imposible diferenciar una infección de otra y por ello la decisión médica suele ser tratarlo con antibióticos. Es algo que está justificado”, sostiene.

Pese a que la situación médica de los pacientes COVID lo requiere, los expertos alertan de que este incremento en el consumo de antibióticos puede frenar los avances realizados en los últimos años: entre 2014 y 2019 logró reducirse un 4,8% el uso intrahospitalario de estos fármacos.