Adama viaja hasta 50 kilómetros en motocicleta desde Sadiola (Malí) hasta las aldeas más remotas. En su nevera portátil lleva un tesoro: vacunas. La tarea de este sanitario es un ejemplo de lo que es necesario para que la inmunización alcance a todos los niños del mundo. Cómo recorrer esta "última milla" ha sido el tema de un debate organizado por Unicef España y Prensa Ibérica, en el marco de la campaña Pequeñas Soluciones. Con ella, Unicef España busca apoyo ciudadano para acercar el objetivo de que ningún niño enferme por una dolencia evitable.

Inmunización insuficiente

La inmunización se ha disparado y la mortalidad en niños de menos de cinco años ha caído en picado en las últimas décadas. Sin embargo, la cobertura ronda el 85% de los niños, si se toma como referencia la vacuna de difteria, tétanos y tos ferina.

"Eso no es suficiente. Es necesario alcanzar al menos el 95% para conseguir la inmunidad de rebaño", explica Blanca Carazo, responsable de programas de Unicef España. "No podemos permitirnos que haya todavía niños y niñas que mueran, pudiendo vacunarles", afirma.

De los 14 millones de menores que no reciben ninguna vacuna, cinco milones están en Nigeria, la República Democrática del Congo y la India. Entre las enfermedades, la que dispara las alarmas es el sarampión, ya que presenta retrocesos significativos en su inmunización. "Si enfocamos nuestros esfuerzos, podemos solucionar muchos problemas", afirma Quique Bassat, investigador del Institut de Salut Global de Barcelona (ISGlobal).

Carrera de obstáculos

Pero hay que sortear muchos obstáculos. Las dosis se tienen que llevar a sitios inaccesibles, azotados por la guerra o faltos de servicios sanitarios. "Si hay que llevarlas con burros, pues vamos a usar burros. En algunas islas inaccesibles hemos usado drones", explica Carazo.

Todo ello, sin romper la cadena del frío. "Un médico de Jordania guardaba las vacunas en la nevera con llaves y candados: era el bien más preciado", recuerda Marián García, doctora en farmacia y divulgadora conocida como Boticaria García.

El covid-19 es otra piedra en el camino. "Desde el principio se interrumpieron servicios de vacunación: hay que retomarlos cuanto antes", afirma Carazo.

Según Bassat, la mayor barrera es la económica. "Los países más pobres reciben ayudas para adquirir vacunas. Eso no pasa en los países de renta media", observa. La misma barrera interfiere en el desarrollo de nueva vacunas. "En un año podemos conseguir una vacuna contra un virus desconocido como el del covid-19. ¿Por qué con la malaria hemos tardado tanto?", afirma Salvador Macip, genetista de la Universidad de Leicester y divulgador.

Señales esperanzadoras

Bassat investigador considera que la GAVI (Alianza Global para las Vacunas) marcó un antes y un después, al recortar el precio de muchas vacunas. Según Carazo, el apoyo a los sistemas y profesionales locales otro ingrediente esencial. Macip destaca también la importancia de la comunicación, para que los vacunadores no sean recibidos con sospecha o violencia.

La pandemia podría tener algún efecto positivo. "Hemos invertido tanto en covid-19 que hemos desarrollado sistemas que se aplicarán a otras vacunas", afirma Macip. Otro motivo de esperanza es Covax, una iniciativa de la OMS para alcanzar la futura vacuna contra el coronavirus a casi cien países de ingresos bajos.