La directora general adjunta y directora de Responsabilidad Civil Profesional de A.M.A., Raquel Murillo, ha solicitado una regulación específica que dote de seguridad jurídica el desarrollo de la telemedicina, práctica en auge y bastante extendida como consecuencia de la pandemia del coronavirus. “Es indudable que la telemedicina ha dejado de ser una asignatura pendiente para instalarse en nuestras vidas”, señaló.

Raquel Murillo, que ha dirigido un seminario web sobre los “Retos y riesgos de la telemedicina”, aseguró que esta disciplina “proporciona ventajas porque con ella se evitan desplazamientos y se reduce la estancia en los centros hospitalarios”, pero también “ocasiona inconvenientes”, consecuencia “del vacío legal en lo que afecta a las normas que la regulan”. “Queda mucho por regular”, subrayó.

Entre los obstáculos, la directora general adjunta de A.M.A. señaló las dificultades que se plantean en relación a la autoría de la historia clínica o sobre la información que se traslade al paciente, además de la digitalización del consentimiento informado. También se producen dudas respecto a la confidencialidad y la protección de datos.