Politólogo y librero, Xacobe Pato Gigirey (Ourense, 1987), arrasa como escritor en Instagram, donde se hizo conocido por los capítulos del diario personal que publicaba todos los domingos en su perfil (@xpgigirey). Este librero, licenciado en Ciencias Políticas, que aconseja sobre literatura en la librería Pronopios de Santiago, se ha pasado al otro lado, a la escritura, con la recopilación de su diario instagramer. La correctora Estela Gómez presentó ayer al novel escritor “millenial” en el Club FARO y ambos charlaron en el MARCO sobre este primer libro: “Seré feliz mañana”

“Escribir un diario tiene sus cosas. Hay personas que se enfadan si nos las saco. Alguien pasa un rato contigo durante la semana y el domingo viene al diario solo para ver si sale lo suyo. Algunos buscan su inicial, y si no salen, ni me leen. Otros me piden cuentas, como si fueran actores que yo he contratado para un día de rodaje y al ver la película descubrieran que he suprimido su escena. Escribir un diario tiene algo de rodar, editar y montar tu propia vida y hasta los extras van de estrellitas”, advierte.

Lo que peor lleva, asegura, es ver sus libros en la librería. “Vendo libros de otros escritores y ahora me veo allí, entre ellos. No me atrevo a recomendarme, pero tengo una compañera que se lo recomienda a todo el mundo. La gente lo compra y me pide que se lo firme, son como presentaciones individuales”, asegura un tímido Xacobe Pato que se estrena en Vigo con la presentación de su obra.

“Me gustaba escribir pero era un librero que no escribía nada. Mis amigos me decían que a escribir se aprende escribiendo y para coger una rutina empecé a publicar cada domingo en Instagram, que es donde ahora mismo está la gente. Es importante que te vayan conociendo, porque si no te conocen tampoco te edita nadie...” Y así, sin saber si detrás de sus líneas alguien le seguía empezó su camino de escritor.

“Escribes para que alguien te lea”, asevera. Y recuerda que con 7 años empezó a escribir su primer diario en una libreta que le regalaron sus padres “pero sin llave, por algo sería” . Pronto descubrió que tenía lectores y que su madre y su hermana leían aquel diario. “Quería tenerlas entretenidas, así que con una base de realidad me puse a inventar cosas”, y puestos a ello se inventó hasta una novia rubia y de ojos azules.

Ese diario por capítulos que escribía todos los domingos en Instagram, que relata lo cotidiano y sus vivencias y las de sus amigos y familiares en una ciudad como Santiago, con unos personajes tan próximos al autor que en ocasiones se rebelan porque no se ven como él los ve, se ha convertido en libro. “Yo creo que mi intención secreta, aunque ni yo era consciente de ello, era escribir un libro, y empecé en Instagram porque aunque no todos, seguro que hay muchos lectores entre mis seguidores”, apostilla.

Explica que le gusta ser “delicado” con sus amigos y familiares “porque no a todo el mundo le gusta salir ni las cosas que puedes decir sobre ellos. Yo soy bueno, me limito a no herir a la gente de la que hablo. A estas alturas aprendieron a ‘pasar’ un poco. A veces ven su inicial pero no saben si son ellos o no, y me preguntan. No todo el mundo se reconoce en la visión que tengo de ellos”, puntualiza.

Xacobe Pato asegura que se ríe de sus miserias, algo con lo que se identifica el lector. “Soy un personaje, pero con un porcentaje muy alto de mi mismo, aunque también hay otro porcentaje de coquetería”, reconoce al explicar las situaciones ridículas y absurdas que relata. “Me gusta reírme de mi mismo, me gustan las personas”, apostilla. El libro recoge los fragmentos de los diarios que publicó en Instagram desde el verano de 2018 hasta 2019 en un delicado homenaje a las pequeñas cosas.

La felicidad, siempre a la vista para avanzar

El diario de Xacobe Pato está plagado de referencias musicales, literarias y de cine y series, todo lo que se aborda en la vida diaria. “Soy un ladrón de conversaciones y llevo a mi diario lo que se habla en el bar”, advierte. Precisamente el título del libro procede de una canción de la banda ‘Carolina Durante’, que tiene un verso que dice ‘Seré feliz otro día”. “Yo veo la felicidad como un ente difuso que intento mantener siempre a unos diez metros, donde pueda tenerla bien vigilada y que no se termine de marchar. Me gusta pensar que está a la vuelta de la esquina, nunca llegas pero te hace avanzar. Prefiero fijarme más en lo pequeño, en el detalle, más allá de las grandes palabras y los grandes acontecimientos”, resume. Como librero, recomendó dos libros, el primero los Diarios de Iñaki Ugarte, que cada vez que lo cita le llama para agradecérselo y el segundo “Panza de burro”, de la escritora canaria Andrea Abreu y que trata de la historia de dos niñas en una zona rural de Tenerife: “Esto de recomendar libros es como presentar un amigo. Tienes mucho que perder y poco que ganar. si no aciertas. Si aciertas bien, pero sino te tendrá presente todo el rato mientras lo lee y, después, te lo echan en cara”.

“No me abro en canal, no cuento mis intimidades”

“No me abro en canal, no cuento mis intimidades. Tampoco es una época de mi vida donde me pasen grandes cosas”, relata Pato que no descarta escribir nuevos libros, en principio a modo de diarios. Cree que tal vez llegue un momento en que escriba una novela, pero será “el día que me sienta cómodo, que encuentre un tema que no quepa en un diario o a lo mejor encuentro un tema especial”, confesó a lo largo de la charla coloquio en el MARCO. Expuso que eligió como herramientas las redes sociales, consciente de los pros y contra que presentan. De hecho su escalada en Instagram demuestra que no se equivocó.