Cien años han transcurrido desde el nacimiento del ya desaparecido Isaac Díaz Pardo, un hombre polifacético que en 1936 perdió a su padre por la represión fascista, acontecimiento que “marcó” su vida, como aseguran sus hijos Xosé y Camilo Díaz Airas de Castro, y que le llevó incluso a regresar de Madrid cuando le ofrecieron pintar las cúpulas del Valle de los Caídos en plena dictadura franquista.

El intelectual galleguista, que había cogido “fama” como pintor a finales de los años 40 en Madrid, donde estudió Bellas Artes, se encontraba en un momento álgido de su profesión en que “vendía” todas las obras que creaba. Algunas de ellas se pueden visitar junto a más de 200 piezas y una pieza audiovisual en el Centro Museo Gaiás desde ayer hasta el próximo abril.

De hecho, Feijóo, que ha calificado estos tiempos de “durísimos”, aunque más lo fueron, dijo, los que le “tocó” vivir a Isaac Díaz Pardo, nacido en 1920, se ha comprometido a estudiar la manera de ampliar la exposición o volver a reeditarla posteriormente. También estuvo el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, acompañando a los hijos de Isaac, Camilo y Xosé Díaz Arias de Castro.

El mandatario autonómico ensalzó la labor de un polifacético gallego que “retrata” la comunidad gallegea con sus formas, pinturas y palabras. Además, calificó la obra de Díaz Pardo como “inabarcable por prolífica”, que sigue “un hilo conductor”, que es Galicia, “su único compromiso”. También subrayó su compromiso social a través de sus empresas (Cerámicas do Castro), lo que hoy se conoce como responsabilidad social corporativa y que él ya impulsó.