Tienen poco en común, más allá del cabreo contra el nuevo estado de alarma decretado por el Gobierno para combatir el Covid. Los primeros análisis de la Policía Nacional muestran que se trata de un movimiento “amorfo y sin coordinación”. Eso sí, de los más de 80 detenidos durante los disturbios del fin de semana en toda España, casi todos son hombres jóvenes.

En Madrid, por ejemplo, 30 de los 33 detenidos son hombres. Solo tres, mujeres. Todos, jóvenes, el mayor tiene 31 años. De todos ellos, 27 son españoles, cuatro marroquís, un argelino y un irlandés. “Se detuvo a dos menores de edad y otras ocho personas menores de 20 años”, explican fuentes policiales.

Hay un aspecto específico, distinto por motivos sociales propios de cada ciudad. Así, en Madrid, donde la mayor parte de los disturbios ocurrieron la noche del sábado, casi la mitad de los detenidos ya tienen antecedentes por otros delitos anteriores, como robos de coches, robos con violencia a personas, hurtos… Delincuentes callejeros que acudieron de forma “oportunista” la noche del sábado tras ver que en Barcelona se había asaltado una tienda la madrugada anterior.

En Barcelona, donde hubo 14 detenidos, se dieron dos circunstancias diferentes, según las citadas fuentes. Allí sí se detectó la presencia de un grupo minoritario de ultraderechistas de estética casual y, mucho más novedoso, la participación de un grupo de “jóvenes airados”. Un analista policial explica así quiénes forman ese grupo: “Son chavales jóvenes, hijos de clase media y alta, que salían mucho de noche, que llevan tiempo cabreados”. Las protestas y los disturbios del fin de semana les sirven “para infringir el estado de alarma y salir de marcha”, subrayan.