Galicia es una de las comunidades “con mejor comportamiento epidemiológico”, pero el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, advirtió que eso no debe ser “un consuelo”. Los indicadores “están empeorando”, advirtió. En los últimos quince días los contagios se incrementaron un 111 por ciento, la tasa de incidencia por 100.000 habitantes en las dos últimas semanas se disparó un 150 por cien. Por esa razón, el jefe del Ejecutivo gallego justifica el endurecimiento de las restricciones, aunque sean “dolorosas”.

“Cuánto más se tarde en actuar más difícil será la contención y más profunda la afectación económica”, argumentó. Feijóo pidió “comprensión” consciente de que “hablar de restricciones es desmoralizador y traumático para las familias que sufren las consecuencias de esas limitaciones”.

Con las nuevas medidas que entrarán en vigor en la madrugada del viernes para el sábado, la Xunta pretende rebajar la presión sobre el sistema sanitario, evitar el confinamiento domiciliario y “salvar la campaña de Navidad”. “Si actuamos ahora con contundencia podemos salvarla, aunque no está garantizado, vamos a intentarlo”, explicó el presidente de la Xunta.

Feijóo, consciente del varapalo al sector de la hostelería, quiso aclarar que estos establecimientos no son los responsables de la transmisión del virus. “Son las víctimas”, añadió. Y pidió responsabilidad: “De nada sirve el cierre de un establecimiento si hay una fiesta en el piso de arriba”.

Llegar a las Navidades con la curva de contagios al alza podría ser calamitoso para el sector hostelero y los comercios pero también tendría un fuerte impacto en las familias que podrían verse afectadas por limitaciones en las reuniones navideñas.

En Alemania, la canciller Angela Merkel ya advirtió que este año las reuniones familiares en Navidad tendrán que ser más pequeñas. El presidente de la Xunta espera que con el endurecimiento de las medidas contra el Covid se pueda salvar no solo la actividad económica sino también “las relaciones sociales”.

Aunque las restricciones durarán “como regla general” un mes, el jefe del Ejecutivo gallego explicó que “excepcionalmente” podría revisarse la situación si hay una mejoría evidente en los datos. Y, aunque señaló que pretende evitar el confinamiento domiciliario, advierte que no descarta ninguna medida.

También avanzó que la Xunta está elaborando un texto que fije los criterios por los cuales se podrá acudir a visitar a un padre o una madre que vivan solos y que sirva de orientación para las fuerzas de seguridad para que no tengan dudas cuando controlen la movilidad de los ciudadanos.

Oposición

Tras las medidas anunciadas ayer por el presidente de la Xunta, la portavoz del BNG, Ana Pontón, consideró que es “un primer paso pero insuficiente”. En su opinión, son necesarias medidas “más drásticas y más contundentes” hasta llegar al confinamiento domiciliario.

Por su parte, el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, cree que la Xunta está obrando con “improvisación” en su gestión de la segunda ola de la pandemia de Covid-19, aunque ha trasladado su respaldo a las nuevas restricciones anunciadas por Feijóo.