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Rubén Nogueiras | Biólogo experto en endocrinología

“Estar obeso favorece al coronavirus, no a defenderse contra él”

El científico vigués, premiado por la Sociedad Europea de Endocrinología, cree que hay “múltiples razones” por las que el Covid penetra con más facilidad en personas obesas

Rubén Nogueiras, en un laboratorio del CiMUS Xoán Álvarez

La Sociedad Europea de Endocrinología acaba de premiar a un joven investigador gallego, el vigués Rubén Nogueiras. Este científico, que ha recibido el European Journal of Endocrinology Award, destaca que “el área de la endocrinología en Galicia tiene una alta visibilidad internacional. La Sociedad Europea también premió la carrera investigadora de Carlos Diéguez, Felipe Casanueva y Miguel López. Es el cuarto premio que la Sociedad Europea concede a Galicia en los últimos años”. Desde su laboratorio en el CiMUS, Centro de Investigación en Medicina Molecular e Enfermidades Crónicas (CiMUS) de la Universidade de Santiago, nos habla de la relación entre obesidad, cáncer y nuestro último enemigo: el coronavirus SARS-CoV-2.

–El 80% de los pacientes con Covid-19 son obesos. ¿A qué se debe? He leído que la obesidad altera la respuesta inmune.

–Me gustaría mucho dar una respuesta pero nadie lo sabe con certeza. Los datos están ahí y está claro que las personas obesas presentan una prevalencia más alta de infectarse con Covid y que su diagnóstico es peor que una persona delgada infectada. Yo creo que las causas son múltiples. Hay alteraciones en el sistema inmune de las personas obesas. Hace dos semanas publicábamos que pacientes obesos y con inflamación hepática tienen la maquinaria de entrada del virus muy expresada. Es decir, son más susceptibles de infectarse de Covid o que una vez infectados su hígado esté peor. Creo que se están produciendo alteraciones a muchos niveles y todas ellas favorecen la entrada del virus y que una vez dentro sea capaz de infectar más. Yo creo que es multifactorial y que el estado de las células y órganos del paciente con obesidad favorece al coronairus, no a defenderse contra él.

–¿Está trabajando en otra investigación entre obesidad y Covid?

–Sí, estamos haciendo algo pero es todavía bastante preliminar. Se trata de un proyecto en colaboración con grupos de Francia y Alemania. Vamos a seguir investigando la relación entre obesidad y Covid a nivel de hígado y también cómo el cerebro de los pacientes obesos podría estar más afectado que el cerebro de pacientes delgados. Otra cosa que se observa en pacientes con Covid es que desarrollan muchas enfermedades neurológicas por lo que parece que el cerebro es susceptible de infectarse por el virus.

–Usted también ha estudiado el nexo entre cáncer y obesidad fijándose en la proteína p53.

–Ahora mismo trabajamos la revisión de un artículo que creemos que va a cambiar la visión que tenemos sobre esta proteína que se conoce como supresor tumoral. Se la llama el guardián del genoma porque cuando una célula empieza a proliferar de modo excesivo, que es lo que ocurre en una célula tumoral, la p53 se activa para intentar suprimir esa proliferación del tumor.En los últimos años, estamos viendo qué papel puede tener esa proteína en una célula normal. Hemos visto cosas sorprendentes.

–Como, por ejemplo...

–Hemos visto que puede controlar la cantidad de lípidos que se almacenan en el hígado, puede controlar la actividad de algunas neuronas en el cerebro regulando lo que comemos y la energía que gastamos. Ahora, estamos en otro trabajo viendo el papel de la proteína p53 en el mecanismo de la glucosa. Esperamos en dos meses reenviarlo a la revista que lo está evaluando.

–Recientemente, le concedieron una Synergy Grant para el proyecto “Envejecimiento saludable y control tanicítico de la salud”. ¿Qué plantea la investigación?

–Nos lo concedieron en 2018 y empezamos a trabajar en él en 2019. Básicamente trata sobre los tanicitos que son unas células que están en la base del hipotálamo y actúan como compuertas entre el sistema nervioso central y los órganos periféricos. Lo que hacen es controlar el trasvase de sustancias entre ambos.Dependiendo de lo que estos tanicitos permitan pasar o no al cerebro, se podría modificar alguna de las acciones que el cerebro realiza. En concreto, lo hemos centrado estudiando las funciones metabólicas que pueden regular estos tanicitos y cómo esas alteraciones en un periodo de vida intermedio pueden afectar a un estadío de vejez. Esto se basa en estudios epidemiológicos que señalan que una persona que es obesa entre los 40 y 50 años de edad va a tener muchas más opciones de generar una enfermedad degenerativa, en concreto alzhéimer, en su vejez. El por qué ocurre esto no se conoce y nosotros hemos propuesto que estos tanicitos quizás podrían dar alguna respuesta.

–¿Usted cree que la población en general es consciente de los riesgos del abuso de azúcar?

–La sociedad en general no es consciente del riesgo. A gran escala, la obesidad se percibe aún como una enfermedad estética. Es un error importante. Una persona obesa no va a morir directamente por ese exceso de grasa. El peligro está en lo que conlleva ese exceso de grasa, una diabetes de tipo II, enfermedades cardiovasculares y también algún tipo de cáncer está más asociado a personas obesas. Tienen unos riesgos altísimos. La sociedad a día de hoy no percibe la obesidad como la enfermedad de alto riesgo que es.

–¿Le parece buena idea el anuncio del Gobierno español de gravar más las bebidas ricas en azúcar?

–No soy experto en estos temas pero al igual que el tabaco y el alcohol tienen sus impuestos, que desconozco cuáles son, y teniendo en cuenta que la obesidad es una pandemia creo que un impuesto a estas bebidas azucaradas puede ser acertado, ahora bien no valoro cuánto impuesto o qué limitaciones se podrían parar.

–¿Por qué crece la obesidad infantil en un país que acuna la dieta mediterránea y atlántica?

–Puede resultar paradójico porque la dieta mediterránea y atlántica son muy saludables pero la realidad es que nuestros niños son cada vez más obesos. La tendencia es que aumente. Un niño obeso ahora, tiene más posibilidades de seguir siendo obeso de adulto. Creo que es una cuestión de hábitos: los niños tienen cada vez una vida más sedentaria, dieta hipercalórica. Seguimos viendo cómo la merienda de los niños es bollería industrial, chucherías... lo que no ayuda a modular su peso corporal. Los padres tenemos que inculcar a nuestros hijos un estilo de vida más saludable.

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