Galicia superó ayer los 7.000 casos activos de infección por coronavirus. Con 525 contagios nuevos en veinticuatro horas, 78 menos que los 603 de la víspera. Los casos activos han pasado a 7.074, con subidas generalizadas de pacientes en todas las áreas sanitarias. Los contagios en las residencias de mayores se dispararon de forma significativa hasta los 549 casos activos, por los brotes de Salvaterra (Pontevedra) y Barbadás (Ourense). Están contagiados 340 usuarios y 209 trabajadores, tras contabilizarse en veinticuatro horas 141 nuevos positivos y producirse 13 altas, según el Servicio Galego de Saúde (Sergas) y la Consellería de Política Social. La Xunta decidió intervenir el centro de mayores de Salvaterra para reforzar el personal.

En los últimos cuatro días los contagios en la comunidad han crecido un 20%, según la directora de Saúde Pública, Carmen Durán. El número de hospitalizados avanza hacia el medio millar, con 401 personas ingresadas en planta y 58 en UCI. El Sergas informó anoche de que en las últimas veinticuatro horas fallecieron dos personas, frente a las 12 del día anterior. Se trata de un hombre de 87 años ingresado en el Hospital de Pontevedra y otro de 77 ingresado en el CHUO de Ourense, que procedía de la residencia Os Gozos de Pereiro de Aguiar. Ambos tenían patologías previas.

Pese a todo, los datos son “razonablemente buenos” a nivel epidemiológico, si los comparamos con otras autonomías, según el conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña al ser “la cuarta comunidad con mejores resultados”. La incidencia a 14 días es de 225 casos por 100.000 habitantes, frente a los 410 de la media estatal, y a siete días es de 137, frente a los 221 a nivel nacional.

En todo caso, García Comesaña apunta indicadores como el porcentaje de PCR positivas sobre el total que se realizan y que este lunes alcanzó el 9,35%, un valor que “preocupa”, aunque la media semanal se mantiene en 7,67%.