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Los pros y contras del ayuno intermitente

Expertas médicas y nutricionistas analizan elementos a favor y en contra de la última dieta de moda de las celebridades

La obesidad mórbida es un problema de salud en todo el mundo. // Reuters

Cada vez que una famosa (inluencer, it-girl, instagrammer... y cualquier sinónimo que elijamos) defiende una dieta, endocrinos, nutricionistas y médicos en general se echan a temblar. Un tsunami de post en redes aparecen en su defensa o como detractores. La última en sumarse ha sido la dieta del ayuno intermitente. A diferencia de régimes de antaño, muchas y muchos expertos señalan que, en principio, podría resultar beneficiosa para el control de peso pero, recalcan, siempre y cuando haya un seguimiento de un experto nutricionista o endocrino.

La médica nutricionista Carmen Bravo, con consulta en Vigo, recuerda que "ayunar no es más que abstenerse de comer durante un determinado periodo de tiempo pero no todos los días. Nosotros ayunamos, normalmente, desde que cenamos hasta que desayunamos. Desayuno significa dejar de ayunar. Ahora, lo que se está recomendando es que ese tiempo sea más amplio".

Bravo detalla que "durante la noche hay una serie de procesos que utiliza el sistema para ponerse a punto como eliminar desechos, reparar ciertas cosas... Lo que ocurre es que comemos durante mucho espacio de tiempo y estamos muy poco tiempo sin comer. Alargar ese tiempo sin comer tiene ventajas".

Pero, ¿cuánto tiempo habría que alargarlo para seguir esta dieta? Hay dos propuestas. En una se aconseja estar doce horas sin comer; en otra, se plantea, no ingerir alimentos durante 16 horas.

Partiendo de esta premisa, cabe preguntarse si las personas especialistas en el campo la recomiendan. La nutricionista Ana Laura Fariña, con consulta en Ponteareas y miembro de Codinugal, Colexio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Galicial, opina que esta dieta es interesante pero que hay que tener en cuenta la salud, estado y necesidades de cada persona, al tiempo que es preciso asesoramiento experto para llevarla.

Reduce la inflamación

La médica Carmen Bravo señala otro apunte. "El problema surge cuando nos ponemos a seguir dietas como esta sin cambiar absolutamente en nada nuestra alimentación. No tiene sentido ayunar 12 horas si durante el resto como fatal. Primero, hay que organizar y mejorar la alimentación, tienen que ser alimentos saludables, no procesados, hay que bajar la ingesta de azúcares, de grasas saturadas. Después, en lugar de picotear todo el tiempo, hay que intentar tener cuatro o cinco comidas al día. Luego, ya podemos ponernos a hacer cosas. El ayuno intermitente tiene ventajas enormes; reduce la inflamación, mejora los niveles de insulina y azúcar en sangre, aumenta los niveles de energía. Tiene unos beneficios enormes pero si se hace con criterio y de manera gradual. Lo que hay que hacer es ir ir alargando poco a poco el tiempo en ayuno de la cena al desayuno. Por ejemplo, en vez de cenar a las diez, cenemos a las ocho para desayunar a las ocho. Ahí ya tengo una ventana de doce horas".

Tras esta introducción, surge la cuestión de si en el ámbito de la investigación comparten estas consideraciones sobre esta dieta.

Ana Crujeiras, jefa del Grupo de Nutrición y Endocrinología del Instituto de Investigaciones Sanitarias de Santiago (IDIS) del Sergas e investigadora también del Ciberobn, Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, reconoce que esta dieta "está en auge últimamente" y que se han publicado estudios científicos que señalan que puede tener "beneficios saludables en cuanto a la pérdida de peso y mantener un peso saludable".

"El problema que tiene es que no puede seguirse de manera autónoma, tiene que estar siempre bajo supervisión de un profesional. Hay que adaptarla a cada persona. No todo el mundo puede seguirla. El endocrino o nutricionista tiene que dar pautas para adaptarla al estilo de vida del paciente", señala Crujeiras.

Añade la investigadora que "se está viendo que este tipo de dietas fueron surgiendo porque se está viendo que el estado metabólico que se alcanza cuando se sigue el ayuno intermitente es un estado de cetosis que puede favorecer que se queme más grasa y puede tener propiedades antioxidantes. Los cuerpos cetónicos tienen ciertas propiedades saludables siempre y cuando no se pase un cierto nivel".

Por su parte, Jesús Simal, responsable del Grupo de Investigacións Agro-Ambientais e Alimentarias de la Universidad de Vigo y presidente de la Asociación Internacional de Nutrición, concuerda con que "los estudios en animales sugieren que el ayuno intermitente puede tener varios beneficios para la salud".

"Algunos beneficios -prosigue- serían los efectos sobre la obesidad, la diabetes tipo 2 y los factores de riesgo cardiovascular, que se han confirmado en estudios en humanos. Sin embargo, la popularidad del ayuno intermitente entre el público en general está en marcado contraste con las lagunas en la evidencia científica sobre los beneficios clínicos de este enfoque. Por ejemplo, aunque los estudios a corto plazo son prometedores, no sabemos de manera concluyente si el ayuno intermitente a largo plazo es seguro o efectivo para sujetos con sobrepeso u obesidad".

Alerta de que "aunque el ayuno intermitente parece mejorar varios factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, como el colesterol alto y la hipertensión, se desconoce si esto se traduce en un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y una mejor supervivencia. La investigación clínica que evalúa el potencial del ayuno intermitente aún está en su infancia. Se necesitan estudios aleatorios para evaluar aún más los posibles beneficios del ayuno intermitente".

Ana Crujeiras añade que "otro problema es que si la persona lo sigue sin supervisión, se puede correr el riesgo de que la gente se atiborre de alimentos altos en grasa o tire de las proteínas sin equilibrarlo con el resto de nutrientes. Por eso es importante que se haga bajo prescripción médica y con un profesional que controle cómo funciona este ayuno" y cómo está resultando en el paciente a través de "analíticas. Hay un periodo de adaptación metabólica que hay que controlar".

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