Menos trenes y menos, mucho menos, flujo de viajeros. El transporte ferroviario estrena el otoño con una situación similar a la de la primavera, cuando la crisis sanitaria vació trenes y "diezmó" las parrillas de Renfe, suprimiendo frecuencias que en algunos casos todavía no se han recuperado.

Las nuevas restricciones aplicadas en Madrid para atajar el avance Covid-19 dejaron ayer vagones prácticamente vacíos en los convoyes Alvia que conectan Galicia con la estación de Chamartín. A primera hora de la tarde el que partía de Guixar, por ejemplo, lo hacía con una ocupación mínima. El corredor Galicia-Madrid aún no ha recuperado todas sus frecuencia Alvia ni el Tren Hotel.