Desde talleres para aprender a trabajar a través de proyectos colaborativos multicompetenciales o de "Hazlo tú mismo", en los que los docentes asistentes salieron con su particular diseño para poner en práctica en su centro, hasta pautas para tratar la dislexia y la potencia de las 'soft skills' o habilidades sociales para un mundo que ya está aquí. El IV Foro de Educación de FARO afianzó en esta edición su carácter autonómico, nacional e internacional, con ponentes y profesionales de Galicia, otras comunidades y caras de otros países que enseñaron sus técnicas en talleres prácticos y sus teorías a través de conferencias. Pese a las dificultades en una situación como la actual, con restricciones por el Covid, extremas medidas de higiene y seguridad y mucha precaución en las conversaciones y espacios compartidos, FARO celebró igualmente su cuarta edición, hecho aplaudido por los docentes asistentes y también por los propios ponentes. "El mundo no puede pararse, tenemos que seguir y es bueno que se celebren este tipo de foros", expresó en la conferencia de cierre el profesor universitario y divulgador Eduardo Sáenz de Cabezón.

Más de 500 docentes, estudiantes y una parte también de familias participaron en esta IV edición del foro, entre la jornada del viernes y la del sábado. Y lo hicieron de forma presencial, como en las anteriores, en el Auditorio Mar de Vigo (con el aforo controlado y reducido debido a la situación por Covid) y vía streaming. Este foro, pionero en la comunidad gallega, estrenó en esta edición una plataforma para poder seguir las conferencias online, de la mano de Agora News. Con esta opción, muchos docentes de distintos lugares de Galicia y de otras comunidades se anotaron en esta cuarta edición y pudieron seguir el congreso desde sus casas. De este modo, la IV edición del foro se convirtió en un congreso híbrido, con participación presencial y también a través de pantallas.

"Se unha sociedade quere avanzar é esencial que a educación teña un lugar preponderante. Xa o dicía Concepción Arenal: 'a sociedade paga ben caro o abandono ao que deixa aos seus fillos'", expresó el docente Xavier Estévez, presentador de esta edición del foro educativo. Pidió a las autoridades que se comprometan para facilitar la labor de los docentes en estos momentos y hacer posible que la escuela continúe su rumbo en una etapa muy compleja.

El docente que guió el congreso expresó que no es necesario hablar de los beneficios de la música, por ejemplo, para el desarrollo motriz de los niños y niñas. Numerosos estudios lo avalan. "Aínda así a educación musical en España continúa sendo unha das materias pendentes que nos próximos anos debemos corrixir", indicó el docente. Era la introducción evidente para el invitado especial de este IV Foro de Educación, el escritor y pianista James Rhodes, encargado de la conferencia inaugural. Rhodes pidió más peso para la música en el sistema educativo. Defendió las artes para que cada uno logre su "equilibrio" e indicó que "un mundo sin creatividad no vale la pena". "Los niños necesitan escaparse con la música", dijo". Tuvo un guiño para los pequeños, haciendo referencia a la abultada agenda diaria, demasiadas actividades a lo largo del día. "Es insostenible", dijo. Necesitan tiempo para relajarse y en los centros debería haber meditación cada día. También salió en defensa de la figura del profesor: "en este país y en el Reino Unido están subestimados". "Hacen un trabajo tan difícil, cada vez con menos dinero... y casi nadie defiende el gran trabajo que hacen con sus hijos. Los docentes tienen entusiasmo pero necesitan herramientas para hacer su trabajo", expresó James Rhodes, que creó mucha expectación entre el público y arrancó muchas risas con sus ocurrencias.

Pensar en el alumno

El profesor de matemáticas, escritor e investigador José Antonio Fernández Bravo (del centro pedagógico que lleva su nombre) captó la atención del público con su charla centrada en enseñar desde el cerebro del que aprende: "hay que distinguir el deseo del que enseña de la necesidad del que aprende". "Escuchar es preguntar por qué dicen lo que dicen o hacen lo que hacen" y esto ayuda a entender las respuestas de los escolares, pero nunca juzgarles por una respuesta no esperada.

Los asistentes a las conferencias y talleres cumplieron las medidas de higiene, con escaso movimiento por los pasillos, entradas y salidas marcadas y toma de temperatura a la entrada del Auditorio Mar de Vigo.

La orientadora educativa Mariví Fernández, otra de las ponentes de esta IV edición del foro, aportó pautas para avanzar en la escuela y en la vida ante una situación como la actual. "Hay poca tolerancia hacia la adversidad. Y la vida no es la certeza. ¡Qué engañados estábamos antes!", comentó Fernández en relación a la gestión de la incertidumbre que se vive en estos momentos en la vida diaria y también en el sistema educativo, que piensa cómo aprovechar lo aprendido en los últimos meses con las clases impartidas a través de los ordenadores. Y para ello se necesita un espacio de reflexión, pararse a pensar y comprender. Porque todo ha ido muy rápido. Las aulas en este inicio de curso son presenciales pero el sector educativo está más preparado que antes en caso de necesitar de nuevo un apoyo online.

Anna Forés y Jesús Guillén, expertos en Neuroeducación, aseguraron que el cerebro "se educa" y que el cambio es posible, aunque requiere práctica. Y la importancia de enseñar emocionando. "Si el profesor no está bien, es lo que transmitirá a sus alumnos", comentaron los expertos que ya participaron en el congreso educativo en alguna ocasión.

Por su parte, Miriam Campos Leirós, creadora de Teachers for future Spain, defendió la importancia de la educación para la sostenibilidad, inculcando valores desde pequeños de cuidado del medio ambiente. Eduardo Sáenz de Cabezón, que cerró el sábado por la tarde el foro con una especie de clase de matemáticas, aconsejó reducir el currículo e intentar explicar mejor las cosas en la materia de matemáticas, de manera que tengan sentido para el que escucha, para el que aprende.