Castigar o premiar según lo que hagan los niños; elevarles la voz para llamarles la atención o corregir su comportamiento, son herramientas del pasado en la educación. Al menos así lo entienden los distintos especialistas de la disciplina positiva basada en la amabilidad, firmeza, empatía y respeto. El IV Foro de Educación organizado por Faro Impulsa para los días 26 y 27 de septiembre ha decidido acercar esta metodología a docentes y madres y padres. La encargada de presentarla será María Soto, coruñesa, especialista en disciplina positiva.

Esta propone una metodogía cuyo origen se encuentra en los años 20 del pasado siglo de la mano del psiquiatra infantil Adler, aunque se sistematizó en los 80 con Jane Nelsen. Quienes la defienden, subrayan los beneficios de esta manera de educar enseñando al niño competencias básicas para la vida sin control excesivo pero tampoco permisividad para que sea el propio niño o adolescente el que adopte un comportamiento adecuado.

Para María Soto, "la disciplina positiva es una metodología práctica, como las herramientas prácticas de la psicología adleriana. Es una metodología educativa que no está basada en que el adulto quiera cambiar la conducta del niño, que es el conductismo en el que nos educaron a nosotros del 'pórtate bien', 'esto no se hace'".

El fin es que el adulto entienda "por qué el niño hace lo que hace", añade la experta gallega. Por ejemplo, "si un niño pega a otro, hay que entender para qué lo hace; si miente, para qué miente. A partir de ahí, se le enseñan al niño habilidades para la vida. Lo que no se pretende es que los niños aprendan hoy, nos obedezcan hoy, hagan lo que queremos que hagan hoy sino que lo que se busca es enseñarles desde sus motivaciones", detalla.

Soto agrega que esta disciplina "nos ayuda a entender por qué nuestros hijos se comportan como se comportan". El primer cambio se produce en el adulto que pasa de ver malos comportamientos a ver necesidades. "Cuando un niño pega a otro, prosigue, lo hace para que le dé un juguete, para que le haga caso. Ya no vemos a un niño malo que pega, sino a un pequeño que tiene una necesidad y no sabe expresarla de la manera adecuada", apunta.

Ante la disyuntiva de pegarle o castigarle, María Soto recalca que ninguna de ambas alternativas. "Tenemos que enseñarle a relacionarse de manera adecuada. Ese es el cambio, la diferencia. La disciplina positiva es la parte práctica de esa filosofía. Ofrece herramientas a los padres o profesores para aprender a identificar las necesidades de los niños y así educarles en consecuencia. No necesitamos castigarles porque les vamos a enseñar a tomar buenas decisiones", detalla.

María Soto es una de las expertas que participa este año en los talleres del Foro de Educación, que recibe el apoyo de la Univesidade de Vigo y la Deputación de Pontevedra. Una vez más, el lugar elegido para la celebración de los talleres, charlas y conferencias es el Auditorio Palacio de Congresos Mar de Vigo.

El viernes 25 se ofrecen los talleres y charlas de cinco a seis y media de la tarde a cargo de Manel Rives, José Carlos López Ardao, Luz Beloso, María José Soto, Esther López Carbajales, David Chacón y Guillermo Negre.

Las entradas pueden adquirirse en la web de Ataquilla pero también en las instalaciones de Faro de Vigo en Policarpo Sanz, 22, los lunes y miércoles.

La conferencias correrán a cargo de James Rhodes, Miriam Campos Leirós, Jesús Guillén y Anna Forés, Mariví Fernández Mosquera, José Antonio Fernández Bravo, Eduardo Sáenz de Cabezón.