¿Por qué conviene trabajar mediante proyectos colaborativos multicompetenciales, desde varias materias para conseguir un aprendizaje significativo? Y con la innovación y la creatividad como bandera. "Porque son motor de cambio. El arte remueve conciencias y llega al corazón de la gente y la creatividad es una herramienta que permite dar nuevas soluciones a cualquier problema. Todos los profesores deberíamos ser creativos".

Así se expresan las profesoras Luz Beloso y María José Soto, que impartirán uno de los talleres del foro educativo de FARO. Ellas se encargarán de explicar los proyectos colaborativos multicompetenciales, una forma de trabajar que aplican durante años en el Instituto de Educación Secundaria (IES) As Barxas (Moaña).

¿Qué proyectos? Montaron, por ejemplo, una productora propia en el instituto: Caranguexo Films, con un festival de cortometrajes al final de cada curso. "Muchos docentes emplean desde entonces los recursos audiovisuales como algo habitual. Los alumnos se emocionan al elaborar los guiones, grabar, etc... lo hacen todo. Y lo bueno de estos proyectos es que unen mucho y acaban implicando a toda la comunidad educativa: familias, profesorado, alumnado, concello...", expresa Beloso. Crearon también su propia editorial: Barxilón. "Participaron muchos centros, no solo de O Morrazo. Esto provocó mucha animación a la lectura", añade Beloso. Lograron convertir As Barxas en una especie de centro de arte contemporáneo, con exposiciones de las obras del alumnado en la entrada, con jornadas de puertas abiertas, logrando la implicación de toda la comunidad educativa y también de las familias, que acuden a ver las exposiciones y muchas veces son incluso protagonistas de los procesos artísticos y creativos.

Estas profesoras son defensoras de esta forma de trabajar, muy necesaria en la época que vivimos de evolución de tareas y perfiles profesionales. ¿En qué se notará si un alumno o alumna no trabaja nunca en proyectos colaborativos? "En que no tendrá habilidades para combinar sus competencias y dar respuesta a problemas cotidianos que sean distintos a los que les hemos planteado. Se pierde el aprendizaje significativo para cualquier momento de la vida. Por ejemplo, ahora con la Covid, estamos viendo realidades y problemas que nunca nos habíamos imaginado y que necesitan de soluciones más creativas", expresan las profesoras.

Porque experimentación, investigación, observación de lo natural, descubrimiento por uno mismo, emoción... deben estar siempre presentes en el proceso educativo, según las docentes, que explican: "Ni profes ni alumnos podemos optimizar el proceso educativo sin emoción, ni implicación. Todos necesitamos retos para autorrealizarnos y aprender puede ser divertido. Todo es posible cuando el alumnado te está esperando en el aula, con una sonrisa, para saber cuál será el siguiente reto".

Y a la hora de innovar, ¿existe alguna traba? "Las trabas vienen dadas por la propia Administración educativa y la estructura obsoleta del sistema, horarios y espacios rígidos, fraccionamiento excesivo de materias y competencias, evaluación del alumnado basada en la competitividad... Innovar significa hacer las cosas de otra manera y a veces también faltan apoyos", concluyen.